Este 20 de mayo, el Movimiento 15M o Democracia Real Ya ha acaparado incluso mayor atención mediática extranjera de lo que ya habia venido haciendo hasta ahora. La prensa internacional ha puesto el foco en las movilizaciones españolas. Analizan sus posibles consecuencias sobre las elecciones del 22M, primero y sobre la política española después, pero también la posibilidad de que la «spanish revolution» se contagie al resto de Europa. Y ya no se limitan a información de agencia, sino que son sus propios corresponsales los que cubren los acontecimientos.

El New York Times considera que «miles de personas, la mayoría de ellas jóvenes, han tomado las calles en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades esta semana exigiendo el fin de la supuesta permanente corrupción en los partidos políticos». El texto que firma su corresponsal Raphael Minder cita el caso concreto del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps como paradigma. Y apunta que «el mensaje de los manifestantes es una campaña alternativa que podría eclipsar la de los partidos establecidos y resultar en una bajada de la participación el domingo».

CNN destaca que «los manifestantes parecen estar ganando apoyo antes de las elecciones». Explican que las protestas siguen por sexto día consecutivo. Su corresponsal Al Goodman ha realizado un reportaje sobre las protestas… aunque en Plaza Castilla.

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El Financial Times explica en una crónica de Victor Mallet que «hasta las primeras protestas callejeras, los políticos españoles que esperan ser elegidos este fin de semana en las elecciones regionales y municipales estaban siguiendo un manoseado guión. Sin embargo, tanto los políticos de la izquierda como los de la derecha han tenido problemas para asimilar la imprevista erupción de una oleada de protestas ??coordinadas a través de Facebook y Twitter- en la campaña electoral. Las concentraciones, que comenzaron el domingo cuando un indefinido grupo de jóvenes españoles insatisfechos autodenominado ??Democracia Real Ya?? organizaron manifestaciones en toda España, fueron en aumento hasta convertirse en una amorfa protorrevolución conocida como ??Movimiento 15 de Mayo??.

«No está claro si el movimiento popular en mantillas tendrá algún efecto importante en los comicios, aunque las primeras indicaciones son que los socialistas podrían sufrir si los votantes jóvenes de tendencia izquierdista cambian su lealtad hacia partidos marginales, se abstienen o emiten votos nulos. Los políticos españoles, inseguros de cómo responder al movimiento, han recurrido a anodinas declaraciones de simpatía. Su problema es que algunos de los manifestantes más destacados no quieren destruir el sistema, sino sencillamente reformarlo y dar mayor representación a los ciudadanos y las pequeñas formaciones?.

El Wall Street Journal trata las protestas en su portada y hablan de como las protestas que piden la reforma del sistema político en España y la economía, podrían ver desbordarse el número de manifestantes durante el fin de semana coincidiendo con las elecciones locales. Además apuntan a la posibilidad de que las concentraciones provoquen la pérdida de algunas de las importantes plazas socialistas en el Estado, hecho que supondría «una sorpresa desagradable» de caracter económico para España. Esta sorpresa no es otra que «la aparición de un montón de deuda no divulgada por los gobiernos locales actuales, que podrían socavar la unidad del país para evitar un rescate internacional».

The Guardian recoge en una crónica de Giles Tremlett y John Hooper como «la indignación por el recorte de gastos lanza echa a la calle a los jóvenes italianos y españoles». Y explican que «las protestas llegan cuando España se prepara para votar por los gobiernos municipal y regional, que juntos responden de la mitad del gasto y de gran parte del estado de bienestar. Se espera que ayuntamientos y comunidades autónomas incrementen el ritmo de recortes en el gasto después de las elecciones del domingo cuando el país lucha por controlar su déficit presupuestario y evitar el destino de otros países de la eurozona como Portugal, Grecia e Irlanda que han necesitado rescates».

«Los grupos se reúnen para debatir. La única petición en que la mayoría estaría de acuerdo es un cambio en la ley electoral para poner fin al sistema bipartidista que alterna el poder entre los socialistas del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el PP conservador.».

Der Spiegel ha sido uno de los primeros medios de comunicación internacionales en establecer comparaciones con las manifestaciones en Egipto. Hablan de la «Plaza de Tahrir en España» y explican que «se les ha denominado ‘generación perdida’, con muchos de ellos incapaces de encontrar trabajo y obligados a vivir en casa de sus padres como resultado de la crisis económica. Pero ahora los jóvenes españoles parecen haber encontrado su voz y llevan su ira contra los políticos a las calles… Las manifestaciones sen convertido en un factor significante e imprevisto a tener en cuenta en la carrera electoral, con los diferentes partidos decidiendo si apoyan o se oponen a quienes protestan».

Süddeutsche Zeitung habla de «Revolución española». El artículo de Javier Cáceres subraya ??iba a ser una campaña electoral normal, con ataques rituales, promesas, carteles, soluciones. El resultado previsible estaba descontado hace tiempo. Desde hace meses, se trata sólo de ver las dimensiones de la derrota del partido socialista. Pero la rutina electoral es pasado, la juventud española se ha alzado. Desde el domingo corre por el país un movimiento de protesta social e ideológicamente amorfo».

«Una manifestación sorprendentemente concurrida pasó a convertirse en la ocupación simbólica de la Puerta del Sol, un lugar tan central como simbólico para Madrid y para España, el ??kilómetro 0??. De ella vienen ahora imágenes que recuerdan a otras ciudades de la rebelión: Túnez y El Cairo, Argel y Rabat. Hijos de la burguesía excelentemente educados, hombres y mujeres de 20 a 30 años protestan contra la falta de perspectivas, la cola de espera profesional llamada ??prácticas??, los trabajos mal pagados, las pensiones inseguras, las bonificaciones para los banqueros – y la corrupción?.

Frankfurter Allgemeine Zeitung titula «Sin trabajo, sin miedo. La juventud en España por fin sale a la calle». El texto de Paul Ingendaay explica «¿Por qué no se nota la crisis en las calles?, se preguntaban sorprendidos los visitantes en España en los últimos meses. La gente es muy pacífica. Y las respuestas que se buscaban casi siempre eran de carácter psicológico, mentalidad-histórico o meteorológico. Porque los españoles son individualistas, se decía. Porque por su dolorosas experiencias saben llevar la pobrezas. Porque de por sí no confían en el Estado. Porque el tiempo es tan bueno. Y porque siguen teniendo el fútbol».

«Todo esto se está cuestionando por primera vez desde que comenzó la crisis. Desde el pasado domingo, miles de ??Indignados? se reúnen en las plazas centrales de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y otras ciudades para protestar en la semana previa a las elecciones regionales contra la caída del país y, en general, contra la falta de posibilidades. Los que duermen ahora al aire libre en el corazón de Madrid realmente son la viva caricatura del boom español de la construcción y de un cuento de bienestar».

Corriere della Sera compara «Acampados en Madrid como en El Cairo. Miles de jóvenes protestan en la Puerta del Sol. Contra la austeridad» El articulo es de Elisabetta Rosaspina y dice «los jóvenes están en contra del sistema, porque el sistema les ha dejado fuera. Los políticos y banqueros, que ahora están recortando los derechos que han costado sangre y lágrimas a nuestros padres y abuelos, son los que están convirtiendo a nuestros hijos en anti-sistema. Pero los jóvenes no están solos, somos muchos los que reivindicamos un mundo mejor y más justo».

«Con 140 caracteres cada vez, mensajes e instrucciones rebotan en todas las regiones españolas, como telegramas instantáneos, alimentados por el temor de una intervención de la policía; en Madrid, los agentes se limitan a controlar el contenido de las mochilas y bolsas, pero sin impedir el acceso a la Puerta del Sol. No hay mitin en España tan iluminado por los reflectores como éste?.

La Repubblica asegura «Pan y justicia es el desafío al poder de los ‘indignados'» y recogen una  entrevista al escritor español Javier Cercas que sostiene que las concentraciones de Sol «se parecen muchísimo» a la «primavera árabe» porque «en El Cairo se pedía democracia, en Madrid justicia social y reformas», pero ambas «son un viento nuevo que desafía a los políticos de cualquier orientación».

La Stampa recoge que la protesta ha llegado a Italia y explica  ??Con los indignados también España tiene su primavera?. La crónica de Gian Antonio Orighi dice : «Cinco millones sin trabajo, 30 plazas ocupadas. La primavera madrileña es un ataque al corazón de la democracia de los partidos. Los indignados sostienen que ??la democracia real se opone a la lenta desacreditación de las instituciones que dicen representarla y que está al servicio del poder financiero internacional. Queremos que nuestro voto tenga una influencia verdadera en nuestra vida??, Es como oír hablar de Beppe Grillo. La protesta durará hasta el domingo y el eco de ella cunde en el extranjero. El desempleo no tiene fronteras en la UE. Los indignados tampoco?.

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