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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El periódico británico The Daily Telegraph publica un texto de Emilio Botín, el Presidente del Banco Santander, titulado: â??La banca mundial podría beneficiarse de más prácticas españolasâ?:

â??El deterioro del sistema financiero y la caída de Lehman produjeron una de las crisis más profundas y prolongadas de la historia financiera. Aunque no hay una única causa detrás de ella, creo que su origen está en gran medida en una débil supervisión bancaria en determinados países. Estos errores bancarios hubiesen tenido un impacto mínimo de haber habido un sistema de supervisión proactivo, efectivo y cercano al terreno, además de un continuo control de las operaciones bancarias que se pudiese adaptar a los constantes cambios que caracterizan a la banca y que se asegurase de que las entidades supervisadas tuviesen balances transparentes y comprensibles y una conveniente gestión de riesgosâ?.

â??Ã?sa fue la experiencia en algunos sistemas financieros, sobre todo en España, que ha pasado con éxito el mayor test de stress de la historia. En el caso de España, debido en parte a crisis financieras del pasado, la relación entre el supervisor y los bancos es muy estrecha. El Banco de España supervisa continuamente la actuación y actividad del Banco Santander incluso con supervisores in situ. Esa cercanía ha permitido al Banco de España tener un alto grado de sensibilidad y conocimientosâ?.

Es importante el texto de Emilio Botín en la medida que proyecta fortaleza en la imágen de nuestro país. Y no habla en solitario. El argumento ha sido sostenido antes por diversas instituciones mundiales que ponen a España como ejemplo de supervisión bancaria. La tesis, además, demuestra la simbiosis que puede darse entre el capitalismo financiero y la socialdemocracia.

El sistema financiero español, su banca, dice Botín, «ha pasado con éxito el mayor test de stress de la historia», y no le falta razón si miramos a los paises de nuestro alrededor; si observamos a los que se han visto obligados a acudir al rescate de sus bancos.

Es la demostración inequívoca de que hablar de la fortaleza de nuestra banca no era un argumento ingenuo y optimista. En este país, las cosas también se pueden hacer bien. Y no pasa nada por reconocerlo.

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