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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El 21 de marzo de 2003, miles de ciudadanos salieron a protestar por todo el país contra la invasión de Irak. Los incidentes fueron múltiples y sonrojantes y la actuación policíal, una vez más, desmedida. Entonces gobernaba Aznar.

Tras una de las cargas policiales, un vídeoaficionado captó la siguiente escena: una mujer increpaba a los agentes por la brutalidad empleada, mientras sus acompañantes esperaban a una ambulancia. Había una persona tendida en el suelo.

Uno de los policías, sin mediar palabra, se dirigió a la mujer que le había increpado y le propinó un brutal golpe seco que la dejó en el suelo, ante la perplejidad de sus amigos.

Imagen de previsualización de YouTube

El vídeo tuvo una enorme difusión por Internet, -vía mail, básicamente, pues youtube no nació hasta 2005- y fue finalmente emitido por Localia y por Telecinco.

El ministerio del Interior, forzado por la presión, anunció una investigación. Diez meses depués se resolvió el expediente, según reveló la Cadena Ser.

El agente, protagonista de la brutal agresión, fue sancionado con tan solo cinco días de suspensión y sueldo, la sanción mínima. Y eso que el acto se produjo ante una cámara.

«Otra manifestante herida en una pierna en otra carga policial no ha podido tener la satisfacción de ver como se sanciona a su presunto agresor. El caso, llevado por la vía penal, se ha archivado porque el juzgado de instrucción numero 25 de Madrid no ha podido identificar al agente antidisturbios responsable de los hechos» -decía la misma noticia

¿Cuantas actuaciones similares quedan lejos de los focos durante una carga? Claro que no se puede hacer de estos casos una causa general contra la policía, pues muchos de ellos cumplen con su trabajo de forma honesta, seguramente. Sin embargo mientras no se castiguen con contundencia los excesos, la impunidad seguirá caracterizándolos. Y mientras los responsables políticos sigan marchándose de rositas nada cambiará.

Ayer volvió a pronunciarse Dolores Carrión, la delegada del gobierno en Madrid, tras la nueva agresión captada por las cámaras. Cree que las cargas fueron «proporcionadas» salvo en casos «aislados». Interior, ayer como entonces, ha anunciado que investigará los hechos. Pero ¿debemos prevér el mismo resultado?

Dolores Carrión fue un nombramiento del Presidente del gobierno por lo que pocos en el gobierno se atreven a pedir su cese abiertamente. Sin embargo Carrión ha dado muestras suficientes de su incapacidad para gestionar ese departamento. Si el gobierno no la cesa, estará legitimando esa impunidad en la que se ven algunos policías, pero, también, estará evocando los peores recuerdos del final de la legislatura de Aznar y dando la razón a quienes dicen que, al final, unos no se diferencian tanto de los otros.

 

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