BLOG

Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

La última entrevista de Ana Pastor (Los Desayunos en TVE) a Esperanza Aguirre, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a desatar la  polémica. No es la primera vez que sucede, como ya explicamos en este blog. Los mismos críticos, los mismos medios, los mismos prejuicios hacia el oficio. De nuevo se acusa a la periodista de ser excesivamente incisiva.

La propia Aguirre ha contribuido a la polémica argumentando que se trató de un «interrogatorio carente de sentido del humor». En efecto, Aguirre nunca ha aceptado el rigor que se le presupone a esta profesión, -a la vista está lo que ha hecho de Telemadrid- y tiende a pensar que el sentido del humor o más bien el cachondeo puede suplir la responsabilidad y la seriedad que se le exije a la política.

Imagen de previsualización de YouTube

Resumen de la entrevista que ha hecho SLQH

Pero esta vez Aguirre cometió una falta de respeto mucho mayor, pues probablemente no habría tratado en estos términos de frivolidad a un periodista de otra generación. Pensaba que obtendría complacencia y se equivocó.

Incisiva y constante, a Pastor no le gustan los rodeos, ni que la utilicen los políticos, asunto este que ha demostrado con Rubalcaba o Leire Pajín, más recientemente. Como ya dije la otra vez, es algo de lo que no pueden presumir, precisamente, quienes señalan hoy con el dedo. Porque si las críticas lanzadas desde la política son lamentables, que estas lleguen desde el ámbito periodístico es penoso. Debe aprender tanto el periodismo español del anglosajón…

Aguirre es un excelente ejemplo de político,- un@ de tant@s, indistintamente de las siglas que representen- que acostumbra a no contestar a lo que se le pregunta y que cree que es en su mano donde debe colocarse el interés de los ciudadanos. Al fin y al cabo, son muchos los periodistas que acuden a ese lugar, por razones diversas.

En fin. Desconozco si se trató de un «interrogatorio carente de sentido del humor». Pero no todo es una broma, ni siquiera aunque lo protagonice usted, Sra Presidenta.


Print Friendly, PDF & Email