España es el séptimo país del mundo que más armas exporta y en los últimos cuatro años ha aumentado un 20% su cifra de negocio, llegando a los 4.346 millones de euros en 2017. Pero la pujanza de esta industria a menudo se logra ignorando o burlando la legislación española y comunitaria que prohíbe exportar armas a países que están en guerra, que tratan de imponer por la fuerza reivindicaciones territoriales o que llevan a cabo vulneraciones de los derechos humanos. Una investigación de ElDiario.es y Lighthouse Reports desvela y documenta cinco casos concretos en que el destino de armas y material militar español han sido  países como Nicaragua, Turquía, Arabia Saudí, Marruecos y Yemen.

Todos los reportajes publicados están firmados por Pol Pareja y algunos involucran a compañías y empresarios conocidos. Así por ejemplo, se detalla cómo los cazas saudíes que bombardean Yemen desde 2015 llevan un motor en parte fabricados por ITP Aero, empresa española presidida por el exministro del PP, Josep Piqué. La ley prohíbe exportar armamento a países en guerra, pero el Gobierno de Rajoy autorizó la operación y la relación comercial se mantuvo, por lo menos, hasta 2017.

La investigación también desvela que la policía de Nicaragua utilizó munición española para reprimir las protestas estudiantiles de 2018. En concreto, cartuchos de la empresa española Trust Eibarrés fueron usados por paramilitares y las fuerzas de seguridad contra una revuelta en la universidad de Managua en la que murieron dos personas y hubo además 15 heridos.

En el sector aéreo, además se desvela que Turquía utiliza el A400M, un avión de transporte militar de fabricación española, en sus invasiones en el norte de Siria y Chipre, mientras que Airbus e Iberia realizan en Barajas tareas de mantenimiento para aviones militares de Arabia Saudí. El quinto caso documentado en ElDiario.es hace referencia a la exportación a Marruecos de embarcaciones militares que se hacen pasar por barcos civiles.

armsa-fusil-mesa

Print Friendly, PDF & Email