El máximo tribunal de la UE acaba de declarar «discriminatoria» para los extranjeros la ley española que grava las herencias. Christopher Bjork, corresponsal en Madrid el WSJ, ha contado en cómo esta situación le afectó personalmente tras morir su padre y a punto estuvo de abandonar el país porque el fisco español le exige tributar por un 34% de lo heredado.

Christopher Bjork del Wall Street Journal «confiesa» que tenía más que el «habitual interés periodístico» en el fallo del Tribunal de Luxemburgo sobre el impuesto de sucesiones español. Relata como su padre falleció en diciembre pasado y se encontró con que pese a que éste nunca había vivido en España, el gobierno español tenía previsto reclamar la «friolera» de un 34% de la herencia que consistía en su apartamento en Oslo, su cabaña en el bosque de Noruega, su camioneta y una cartera de valores. «No me lo podía creer. Mi padre nunca participó en ninguna actividad económica en España Y Noruega ya estaba aplicando un impuesto a la herencia del 10%» explica.

El corresponsal detalla que aún le esperaba más confusión al enterarse de que la ley española grava de manera diferente a los no residentes y residentes. Si su padre hubiera residido en Madrid, como el propio Christopher Bjork, España habría tomado sólo un 1% de la herencia. Como no lo hizo, reclamaban un tercio. «Consideré hacer las maletas y salir de España. Pago mis impuestos diligentemente en España y Noruega, pero esto parecía tan injusto que estaba dispuesto a considerar medidas extremas para evitar regalar la riqueza ganada por mi padre a un estado que no tenía nada que ver con él», apunta.

Añade que puso sus esperanzas en el fallo del Tribunal de Luxemburgo, aunque tras éste dice: «Todavía no estoy seguro de lo que he ganado». Señala que España deberá cambiar su legislación, pero no está claro si el cambio le afectará. Aunque destaca que el fallo ayudará a aquellos que viven en España y pierdan a un miembro de su familia que vive en el extranjero.

 

 

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