La agencia estadounidense sostiene en un reportaje que en España se vive una «oleada de invasores de pisos vacíos» que complica la gestión del banco malo español y hace poco atractivo el mercado para los inversores extranjeros. Señalan que hay organizaciones de okupas que han editado incluso guías y asegura que algunos sufren un «complejo de Robin Hood».

Un vivienda okupada en Barcelona
(Foto: Flickr/Brunovianna)

Bloomberg apunta: «Un complejo de apartamentos de 285 unidades en Parla, a menos de media hora en coche de Madrid, debería ser un objetivo ideal para los inversores que buscan inmuebles baratos en España. Por desgracia, las dos terceras partes del edificio no generan ingresos porque está invadido por los ocupantes ilegales. `Sucede en todo el país´, dide José María Fraile, alcalde de la ciudad. `La gente pierde sus puestos de trabajo, no puede pagar las hipotecas o el alquiler y pierden sus hogares, lo que ha producido una oleada de invasores´, señala.»

Y asegura: «El edificio es sólo uno de los miles transferidos al banco malo español, Sareb, después de que el promotor abandonara la ciudad hace dos años y Bankia SA (BKIA)????, el prestamista nacionalizado que apoyó su construcción con un préstamo de 18 millones de euros, embargara la propiedad. La proliferación de inquilinos ilegales amenaza con complicar los esfuerzos para dirigir el organismo, creado por España bajo los términos del rescate europeo para su sistema financiero. Los residentes que no pagan pueden dañar la propiedad y se puede tardar hasta tres años en desalojarlos, lo que convierte a estas casas en poco atractivo para los inversores.»

El texto habla de la organización «Okupatutambien» que incluso ha editado una guía explicando como proceder: «si siguen, el país podría ver una expropiación masiva de propiedades abandonadas o adjudicadas para resolver la crisis inmobiliaria. Los ocupantes ilegales también sufren de un `complejo de Robin Hood, dice Juan Villen, de Idealista.com, en referencia al hecho de que los bancos nacionalizados son vistos como villanos por la sociedad después de haber obtenido 40.000 millones de euros para su rescate y seguir, sin embargo, embargando casas y dejando desahuciados a sus propietarios.»

[Leer el artículo completo en Bloomberg]

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