La detención del ex presidente catalán en Alemania posiblemente sea un punto de inflexión clave para el «procés» catalán, pero supone la entrada de pleno en el conflicto de la Justicia alemana, con los pros y contras que esto puede suponer para el propio Carles Puigdemont, los independentistas y también el gobierno español. Es el análisis que hacen de forma mayoritaria los corresponsales extranjeros en las últimas horas. Algunos critican la encarcelación del líder catalán, mientras otros apuntan que evidencia que el «procés» políticamente está «muerto», aunque también advierten de que la «apuesta» ha subido para ambas partes. Sin embargo, lo que más resaltan es que  la decisión sobre el futuro de Puigdemont depende de un juez alemán, que puede influir así en el proceso penal que se siga contra él en España y en la imagen del estado de derecho español.

Tobias Buck, del Financial Times: «Si el tribunal alemán decide que el comportamiento de Puigdemont no constituye alta traición, según la ley alemana, no podría ser juzgado por un cargo similar (rebelión) en España, solo por malversación». Y añade: «En cualquier caso, es una decisión que corresponde única y exclusivamente a los tribunales alemanes. El gobierno germano no tiene capacidad de influir en el proceso (y es muy probable que esté bastante contento de no ser arrastrado en ello)».

Mathieu de Taillac, de Le Figaro: «La detención de Puigdemont desconcierta a Alemania… y no satisface tampoco a Rajoy, que prefiere mantener un perfil bajo.»

Guy Hedgecoe, de The Irish Times: «Con el destino de Puigdemont, ahora en las manos de un juez alemán, las apuestas han subido tanto para los independentistas como para los unionistas».

Maria Tadeo, de Bloomberg: «La política catalana es una montaña rusa y a veces te sorprende. Pero cuando quitas el postureo y el teatro, la secuencia de contecimientos es fácil. Como proceso político unilateral, la independencia está muerta, el problema es qué hacer con los 2 millones de votantes. Y no es un voto de enfado, es estructural.»

Gideon Rachman, del Financial Times: «Si Alemania extradita a Puigdemont a España, daría una imagen muy mala. Pero si, después de haberle detenido, le dejan irn, sería un condena tácita a la democracia española y a su estado de derecho.»

Raphael Minder, del New York Times: «La primera pregunta es si el juez alemán mantendrá a Puigdemont en la cárcel hasta que se resuelva la petición de extradición. La siguiente pregunta es quizá saber si los partido independentistas serán capaces de ponerse de acuerdo para tner un nuevo lider -tras el fracaso de la semana anterior- o se van a preparar para nuevas elecciones»,

Omero Ciai, de La Repubblica: «No es un problema de independencia o no. Y ni siquiera nacionalismo. Sino un problema de democracia y derechos humanos. ¿Quién más ha encarcelado a opositores políticos pacíficos en Europa por crímenes de opinión?

https://twitter.com/markusboehnisch/status/977936615107710976

Markus Böhnisch, de DW: «Que el gobierno de España actua torpemente, es algo sobre lo que hay poco que discutir. Pero, dibujar la misma comparación con un terrorista es un poco exagerado cuando se trata de hacer cumplir una Europrden de arresto. Todo es relativo.»

Henry de Laguerie, de Europe 1: «De haberse quedado en Bruselas, Puigdemont habría evitado la carcel hasta que la justicia hubiera examinado la petición de entrega. Otro país, otra realidad: en Alemania, tendrá que esperar la decisión del juez en prisión.»

Julia Macher, de Deustchlandfink: «`Huelga general o elección presidencial, ahora de inmediato. Tras el arresto de Carles Puigdemont, el estado de ánimo en el movimiento independentista amenaza con derrumbarse. Impresiones del día y muchas preguntas abiertas.»

Fran Olivo, de La Stampa: «Puigdemont esperaba el arresto (dada la orden de arresto europea) pero pretendía rendirse en Bélgica. El arresto en Alemania facilita la extradición».

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