«Aunque el paro esté en un 21,6%, los españoles votan a opciones conservadoras, liberales, socialistas, de izquierda pero no xenófobas o euroescépticas. Enhorabuena» Este esel tuit que ha colgado Hans Kellner, presidente del Circulo de Corresponsales Extranjeros en España y que resume uno de los aspectos que más llama la atención fuera de España de la respuesta política que se ha dado a la crisis: la ausencia de formaciones de ultra derecha, a diferencia de otros grandes países europeos.

El corresponsal del Financial Times, Tobias Buck, por su parte ha calificado de «notable» e «inclusivo» el hecho de que en la escena política española siga sin haber un partido de extrema derecha, xenófobo, anti-inmigrantes o anti-europeo cuando este tipo de opciones están en auge en el continente. Y lo achaca a raíces históricas: tras la larga dictadura de Franco, solo un diminuta minoría siente nostalgia de esa época y la entrada en la UE se sigue recordando como el fin del aislamiento.

Añade que con respecto a la inmigración, sigue integrado en el imaginario colectivo español el recuerdo de las decenas de miles de familias que se vieron obligadas a emigrar en busca de un futuro mejor en el siglo XX. Y considera que esto explica por que en general en España se mira  a los inmigrantes con comprensión y compasión más que con miedo u odio.

Y otros periodistas extranjeros como Sonya Dowsett de Reuters han destacado lo mismo.

Otros como Luke Stegemann añade que la historia y el patrimonio islámico, aunque distantes, también juegan un papel en esta situación.

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