Los prejuicios de alemanes sobre España se expresa con frecuencia en el periódico Die Welt. Ayer, un editorial firmado por Florian Eder y titulado «?til insistencia en principios», daba buena cuenta:

«Es comprensible que cada uno piense primero en sí mismo -decía- y que las dificultades de los demás parezcan pequeñas en comparación con las propias.

El Gobierno español, que se encuentra en graves apuros, necesita ayuda para sus bancos y no muestra ninguna consideración por la estructura de los Tratados ?? ¿qué obstáculos jurídicos, incluso de importancia considerable, no han quedado aparcados ya??? ni por las convicciones de orden político que, según sus propias declaraciones, comparte.

Visto así: ¿por qué no calmar de una vez la situación concediendo crédito directamente a los bancos de Europa? Porque es una equivocación pensar que se puede calmar la situación incumpliendo principios.

No sólo el Gobierno español se deja engañar por este equívoco. Son los gobiernos los que tienen que responder por los problemas. Han sido elegidos para ello. Hacer como si los problemas del sector bancario no tuvieran nada que ver con España en sí misma es absurdo.

La supervisión bancaria española ha fracasado. Por eso Madrid se encuentra ahora ante los escombros de una regulación fallida. Poder o querer ayudar lo harán los europeos ?? pero tiene que garantizarse de que no volverá a pasar lo mismo. No obstante, mientras esto no pueda decretarse tan fácilmente desde Bruselas o Frankfurt, y mientras una supervisión bancaria centralizada no pueda imponer a tiempo una recapitalización o la venta
de partes de una empresa, Europa tendrá que poder creerse que los españoles toman cartas en el asunto. No hay nada que hable en contra de estipular algo así.» (Texto completo)

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