Aunque inicialmente, la mayoría de los analisis tras la petición de rescate de Portugal defendía que España parecía salir del grupo de países con «el  agua al cuello», los últimos comentarios en la prensa internacional alertan de que España sigue estando expuesta. Algunos analistas creen que terminará necesitando un rescate. Otros sostienen que a nuestro país le esperan tiempos difíciles, peropuede superarlos si huye de la «autocomplacencia».

Monumento al Euro
(Foto: Flickr/Saikofish)

El Financial Times tras publicar un editorial de apoyo a España ahora incluye un análisis de Wolfgang Münchau que sostiene que «una Europa autocomplaciente debe darse cuenta de que España será el siguiente». El corresponsal del diario en España, Victor Mallet, por su parte cree que «España sigue en la cuerda floja«. Apunta que la percepción es que «Madrid es más segura que Dublin o Lisboa» pero avisa que «el futuro a largo plazo estará enturbiado por la extendida suposición de que su economía sigue siendo poco competitiva y que tendrá dificultades para crecer?.

Münchau considera que el aumento de los tipos de interés del BCE «tendrá consecuencias negativas para España en particular. Aparte del impacto directo sobre el crecimiento económico, unos tipos de interés más altos afectarán al mercado inmobiliario español…La mezcla de elevada deuda externa, la fragilidad del sector financiero y la probabilidad de mayores declives en el precio de los activos incrementa la probabilidad de una restricción en la financiación en algún momento. Y esto significa que España será el próximo país en buscar ayuda financiera de la UE y del FMI. El amplio numero de declaraciones oficiales de que España está a salvo, pienso que son simplemente la medida del grado de autocomplacencia que ha caracterizado la crisis europea desde su comienzo».

Le Monde habla en un artículo de Fiona Maharg Bravo de «En el buen camino para la recuperación económica, España debe mantener ese rumbo?. Y explica que «a pesar de que España se ha desmarcado del pelotón de estados periféricos que están con el agua al cuello, el país aún no ha salido del atolladero… Madrid está en el buen camino para lograr sus objetivos de reducción del déficit público. España ha emprendido reformas estructurales y está a punto de obligar a sus bancos que tienen dificultades a recapitalizarse… No obstante, no es tiempo de autosatisfacción. Si la eurozona vuelve a sumergirse en turbulencias, España se encontrará en primera línea.

Liberation destaca que «Madrid ha enderezado el rumbo, pero sigue estando expuesta». La crónica de François Musseau resalta que » España no es Portugal?? proclaman a coro políticos, economistas y empresas del gran vecino ibérico tras el anuncio de un rescate financiero para Lisboa. En la actualidad, Madrid mantiene la convicción de no correr el riesgo de un contagio ibérico… Nada de contagio, por el momento, pero tampoco de estanquidad. España exporta el doble a América Latina que Portugal y sus bancos no están expuestos a la altura de 80.000 millones de euros. Consciente de que la vulnerabilidad está vinculada a la burbuja inmobiliaria, Salgado se ha comprometido a someter a todos los bancos y cajas de ahorros a tests de solvencia. El año pasado, cinco de las cajas españolas no pasaron el examen».

Die Welt sentencia que «el futuro de Europa depende de España?. El artículo de opinión de Jan Dams defiende que «igual que Alemania no ataca seriamente el problema con sus bancos regionales, España parece esquivar el saneamiento del sector nacional de cajas de ahorro… Si los bonos portugueses continúan perdiendo valor, esto afectará a más de un bancoespañol igual que les afectará la prueba de estrés en Europa ?? al menos si se realiza de manera más consecuente que el año pasado. Igual que algunos länder alemanes, Madrid se encontrará ante el problema de tener que ayudar con nuevas cantidades millonarias. A la vista de la débil coyuntura y del alto desempleo, le resultará mucho más difícil que a Alemania?.

De Volkskrant considera que «los mercados buscan al siguiente ??peor???. El texto de Peter de Waard explica que «los ministros europeos de Finanzas quieren hacer creer que la siguiente pieza de dominó, España, está de nuevo tan fuerte que puede afrontar a la caída Portugal… Pero España se encuentra con un enorme desempleo. De la población activa un 20% se encuentra sin trabajo y de los jóvenes alcanza incluso el 60%. Incluso con el escenario más positivo de Ernst &Young el paro en 2015 será aún de un 17,7 %. Si Portugal decide sanear su deuda, los bancos españoles sobre todo recibirán un fuerte golpe porque tienen mucho invertido en valores del Estado portugués?.

Il Sole 24 Ore asegura que «Se escribe Portugal, pero se lee también España». La columna de Roberto Perotti sostiene que «El temor de un contagio a España es demasiado fuerte. Tiene muchos de los síntomas portugueses ?? baja producción y competitividad, alto endeudamiento de las familias y de las empresas ?? más uno: un sistema bancario en graves dificultades a causa de la burbuja inmobiliaria, que Portugal no ha conocido. Por otra parte, España ha hecho más en el terreno de las cuentas públicas. Los políticos españoles y europeos dicen lo que diríamos todos en su lugar: es simplemente impensable que España deba seguir a Grecia, Irlanda y Portugal. Hasta hace una semana los portugueses decían exactamente lo mismo de su país».

The Wall Street Journal destaca que «los Ministros de Economía y Hacienda europeos se mostraron confiados en que España no seguirá los pasos de Portugal para buscar un rescate financiero y se logre detener el incremento de la crisis de la deuda soberana de la región. España ha realizado importantes progresos para recortar el déficit, aunque el paro sigue estando próximo al 20% y los esfuerzos del gobierno por recapitalizar sus bancos afectados por el crack de la crisis  inmobiliaria son incompletos. Las preocupaciones de los mercado han disminuido las pasadas semanas porque los inversores están más seguros de que España puede sanear las cajas de ahorros».

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