El semanario británico publica un artículo en su sección Charlemagne titulado «Financiación de partidos en España. Mariano en un lío». Analiza las posibilidades de que el caso Bárcenas haga caer a Rajoy pero sostiene: «probablemente no lo hará». Y como argumentos cita la mayoría del PP, los casos de corrupción que también afecta al PSOE, la lentitud de la justicia y una «inexplicable tolerancia para la corrupción entre los votantes españoles».

El artículo de The Economist

The Economist asegura: «Rajoy, el presidente del Gobierno español recibió a su homólogo polaco, Donald Tusk, , pero nadie estaba mirando. Todos los ojos estaban puestos en la Audiencia Nacional de Madrid, donde el ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, fue revelando detalles de los sistemas de financiación ilícita del partido desde hace años. Los españoles exigen respuestas. Pero este caso retumba en desde 2009.»

El texto asegura: «La pena es que la corrupción eclipsa lo que puede ser el inicio de una tímida recuperación de la economía en España. El país parece que va a salir de la recesión con un 27% de desempleo. Rajoy quiere vender confianza. En vez de eso, está cosechando cinismo y consternación. Los partidos de oposición exigen su renuncia.»

Y concluye: «La corrupción es la piedra de Rajoy. ¿Lo hundirá? La combinación de una mayoría parlamentaria absoluta, una inexplicable tolerancia para la corrupción entre los votantes españoles, escándalos similares que golpean la oposición socialista y un sistema judicial lento significa que probablemente no lo hará. Pero el ecándalo actual está dañando la reputación de España, alentando a los extranjeros y en particular a los inversores, a empaquetarlo junto con los países del sur de Europa como Italia y Grecia, como injertos.»

[Leer el artículo completo en The Economist]

The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el  análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece  en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 ha sido de 1.574.803 ejemplares.   

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