El semanario británico analiza el efecto que el escándalo por la fortuna del ex presidente catalán está teniendo en el movimiento separatista. Destaca que ha cambiado el foco del debate, ya que «sólo se habla» de la confesión de Pujol. Cree que esto perjudica a Artur Mas, pero no va a hundir el separatismo. Aunque el artículo advierte que las protestas de la Diada de este 2014  podrían ser «menos impresionantes» que en años anteriores, al «extender la desilusión» el escándalo Pujol.

Te Economist resalta que no es la narrativa que los separatistas catalanes esperaban antes de la consulta planeada para noviembre: en vez de de un debate sobre los malignos conquistadores castellanos, su causa se ha visto ensombrecida por un escándalo que afecta a un héroe caído. Ahora sólo se habla de la confesión de Jordi Pujol, destaca el texto, un gigante político en su región. Y añade que la legión de españoles que odian de toda la vida a Pujol están bailando sobre la tumba de su dinastía política y esperan que esto puede matar el referéndum.

Pero el artículo sostiene que aunque escándalo perjudicará a Artur Mas, no va a hundir el separatismo. Cree que el próximo 11 de septiembre, día nacional de Cataluña, se podrá ver una prueba del sentimiento independentista. Recuerda las manifestaciones multitudinarias de años anteriores, pero cree que la protesta puede ser, esta vez, «menos impresionante». Quienes quieren un nuevo acuerdo con España, pero no les gusta la independencia total podrían mantenerse alejados. Añade que la ira por la economía, una fuente de muchas quejas, se va desvaneciendo y el escándalo Pujol extenderá la desilusión. «El hombre que construyó el orgullo nacional catalán ahora lo está minando» concluye.

The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el  análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece  en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 fue de 1.574.803 ejemplares.

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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