El Programa Mundial de Alimentos y UNICEF llamaron este miércoles a todos los gobiernos a «prevenir las devastadoras consecuencias para la alimentación y la salud de los 370 millones de niños» sin acceso a las comidas escolares debido al cierre de los colegios.

UNICEF Niños comiedo en una escuela de la provincia de Maputo en Mozambique

El director ejecutivo del Programa, David Beasley, recordó que para millones de niños la comida escolar es la única que consumen durante el día.

La situación perjudica especialmente a las niñas que, al no acudir a la escuela, «se enfrentan a pesadas tareas domésticas».

Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF explicó que «la escuela es mucho más que un lugar de aprendizaje». Porque para muchos niños representa «su salvación en materia de seguridad, y en los servicios de salud y nutrición». Y advertía: «A menos que actuemos de inmediato, aumentando los servicios que salvan las vidas de los niños y niñas más vulnerables, las devastadoras consecuencias se dejarán sentir durante las próximas décadas».

Su salud también peligra, porque otro de los servicios esenciales que pierden los menores de países pobres al no acudir a las escuelas es la atención sanitaria en forma de vacunas y eliminación de parásitos.

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