Europa cree que la fusión nuclear será la energía del futuro y aspira a dominarla. España quiere ser parte integral del plan y compite por ser sede de una de las instalaciones claves para ir desarrollando los futuros reactores de fusión. En concreto aspira a albergar en Granada un gran acelerador de partículas, el IFMIF-Dones. Pero según advierten en el diario El País varios científicos involucrados, el desarrollo de la candidatura española se ha paralizado y el retraso puede hacer que se pierda la oportunidad de acoger este macroproyecto científico único. Las autoridades han respondido asegurando que han desatascado las diferencias en financiación.

(Foto del reactor Jet Tokamak: Flickr/Aglet)

Para lograr energía de fusión nuclear será necesario construir un reactor capaz de emular el proceso de unión de núcleos de hidrógeno que ocurre en el corazón de las estrellas y que provoca una reacción en cadena que hace que los astros brillen durante miles de millones de años. Para superar este enorme reto tecnológico será imprescindible probar los materiales en diversas instalaciones de demostración. Para ello se ha creado el proyecto IFMIF (International Fusion Materials Irradiation Facility o Instalación Internacional para la Irradiación de Materiales de Fusión, en español) desarrollado entre la UE y Japón. Y el Dones es una de la patas claves del plan.

La idea es desarrollar un acelerador de partículas que proveerá una fuente de neutrones de alta intensidad con características similares a los que se instalarán en un reactor de energía de fusión. El coste de la instalación para España sería de unos 360 millones de euros (los socios internacionales pondrían otros 300 millones), comenzaría a funcionar en 2022 y el retorno económico podría llegar a los 900 millones. Además generaría 360 puestos de trabajo directos y unos 12.000 indirectos.

Pero sobre todo sería la mayor instalación científica construida en España comparable al famoso acelerador de partículas LHC del CERN en Ginebra y capaz incluso de producir muchos más neutrones -aunque con menor energía- que éste. Y consolidaría el papel de España, hasta ahora muy activo y al mismo nivel que Italia y Alemania, en el desarrollo de tecnología de fusión.

Sin embargo el pasado 23 de mayo, el diario El País recogía en una información de Nuño Domínguez, la advertencia de científicos involucrados en el proyecto como Angel Ibarra del Ciemat que denunciaban problemas de coordinación entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central que estaban ralentizando, cuando no paralizando, el desarrollo de la candidatura. Y se alertaba de que el retaso podía hacer que España perdiera puntos en esta carrera a beneficio de las candidaturas de Polonia, Croacia y Japón. En Canal Sur, otros investigadores señalaban lo mismo.

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Tanto el Gobierno como la Junta han manifestado su interés por el proyecto y a raíz de estas informaciones, han cerrado filas para apoyar la candidatura granadina. El pasado 25 de mayo, el consejero de Economía y Conocimiento andaluz, Antonio Ramírez de Arellano, explicaba que las dos instituciones han desatascado sus diferencias sobre la financiación del proyecto, aceptando el gobierno costear el 80% y la Junta el 20%. Se espera además que en este mes de junio se avance de forma decisiva con varias reuniones que terminen de perfilar la candidatura española.

Hay un gran interés por este proyecto en el ámbito científico, económico y político. Se considera que España está ante una oportunidad única de recuperar presencia internacional en el ámbito de investigación científica de vanguardia, tras el retroceso provocado por la crisis. Se señala que hay capacitación técnica y de personal de sobra en España para configurar una candidatura «sólida» y «potente tecnológicamente». La coordinación a nivel político terminaría de darle además fuerza económica suficiente para optar con posibilidades reales a ser sede del gran acelerador de partículas para la fusión nuclear.

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