La crisis ha convertido a España en un país mucho menos atractivo para la inmigración. Lo refleja claramente el informe anual sobre migraciones de la OCDE. Si en 2007, España era el segundo que más inmigrantes recibió, solo por detrás de EEUU, en 2012 ha caído al octavo puesto. Han adelantado a España en atracción de inmigrantes en estos cinco años Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Australia.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)en 2007 llegaron a España 920.000 extranjeros y salieron 199.000. En 2012 en cambio la cifra de entradas fue 336.100 y la de salidas de 320.700, dejando el saldo migratorio en poco más de 15.000 personas,  el nivel más bajo en más de una decena de años.

El informe también señala que el paro entre los inmigrantes ha subido 9 puntos más que entre los españoles, 26% entre 2007 y 2013 (hasta alcanzar el 36%), cuando la subida entre los nativos fue de 17 puntos en ese mismo periodo.

A nivel general, las entradas de inmigrantes en los países de la OCDE volvieron a incrementarse en 2013 por primera vez desde el comienzo de la crisis en 2007, en buena medida por el atractivo de Alemania que ya es el segundo país en recibir más inmigrantes, tras EE UU. Las llegadas de inmigrantes permanentes subieron un 1% en 2013 hasta 3.824.000 en 23 países. Aunque esta cifra es un 15% inferior a los 4.474.200 personas que se habían instalado en esos mismos países en 2007 antes del estallido de la crisis.

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