El primer viaje a Europa del nuevo presidente estadounidense ha sido también un pequeño terremoto en Internet. Sin embargo la blogosfera hace notar que lo que se prevía como una «luna de miel» y entrega total, no ha sido tan efusiva. Barack Obama ha sido la estrella de la cumbre del G20 y ha sido reverenciado, pero con algunas reservas. El eje franco alemán le plantó batalla, hay críticas por que no visita el Europarlamento y algunos incluso hablan de desconfianza y rivalidades.

Obama y otros lideres del G20
(Foto: Flickr/London summit)

Lluis Bassets en De alfiler a elefante habla de entronización de un rey traumaturgo: «Cuando se observa la atención y el fervor que suscita Barack Husein Obama, sobre todo entre los europeos, se diría que estamos emprendiendo de nuevo la senda arcaica del pensamiento político mágico o religioso.» Pero apunta paradojas como la poca vinculación de Obama con Europa y que «Siendo muy popular en todas partes, en el fondo no gusta a la Nueva Europa, más cómoda con el estilo tejano de Bush y temerosa de una paz aparte con Rusia. Y suscita, en cambio, rivalidades y desconfianza en la Vieja, sabedora de que antes que Estados Unidos es ella la que ha perdido peso y protagonismo.»

Juan Carlos Escudier en Merienda de medios se centraba en la reunión bilateral entre los lideres de España y EEUU: «Zapatero tendrá a tiro de piedra a Obama, con el que ya puede hablar con el teléfono rojo que usaba Aznar para hacerle la pelota a Bush, rebautizado como zapatófono por razones obvias.» Pero dejaba un par de advertencias «habrá de tener cuidado Zapatero en no mostrarse excesivamente genuflexo con el nuevo emperador» y «la foto de hoy ??si la hay?? o la de este domingo en Praga, no será gratis».

Antonio Masip, eurodiputado, aprovecha para criticar en su blog que Obama no visite el Parlamento Europeo. «Alguien ha cometido un fallo histórico. Hoy Obama cuenta con unánime afecto de los diputados europeos que vemos en él un contraste con su predecesor y una esperanza para tantos problemas del mundo. Estas unanimidades son frágiles pues en el futuro la naturaleza de los conflictos hará que haya lógicas divisiones. Era ahora la oportunidad para visitarnos.»

Juan Pedro Quiñonero se refería en su blog a «influyentes voces independientes en la escena financiera y diplomática internacional advierten del liderazgo ambiguo y ??fofo? de Barack Obama -hasta hoy- y del riesgo de retórica de la cumbre del G20.»

Moeh Attitar destaca en su blog Guerra y Paz que en contra de lo que se esperaba, Sarkozy y Merkel mandaron el mensaje previo a la cumbre del G20 de que «Obama puede ya olvidarse de la luna de miel europea que vivió cuando era candidato demócrata.»

Ramón Lobo en su blog En la boca del lobo también ha hecho referencia al presidente estadounidense. Su post no habla de la cumbre del G20, sino de cómo la comunidad internacional ha mirado hacia otro lado durante genocidios como Ruanda .Pero deja esta reflexión: «Del equipo de Barack Obama, que en gran parte procede de la Administración Clinton, no espero nada. Dé él, todo. Bastaría un Nelson Mandela de bolsillo en la Casa Blanca para poner patas arriba este engaño.»

David Martos en Testigo para la acusación recurre a la ironía para comentar la primera fotografía de José Luis Rodrígez Zapatero y Barack Obama: «Hay algunas otras personas, es verdad, pero no son importantes: no son capaces de obstaculizar la comunicación no verbal que los presidentes han establecido. Barack mira a José Luis, José Luis mira a Barack, y desaparecen Sarkozy, Berlusconi, Medvédev o Fernández. Sólo importa la «química».

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