El semanario francés publica una serie sobre el final de los dictadores. El primer reportaje repasa, coincidiendo con el 75ª aniversario de su golpe de estado, cómo fueron los últimos días de Francisco Franco. L´Express menciona tanto el contexto de la España de 1975 donde incluso «un Franco moribundo seguía inspirando miedo» como los intentos de los médicos por evitar lo inevitable, provocando una agonía interminable. Hay también espacio para analizar los pasos que siguió su «heredero» el Rey Juan Carlos.

Periódicos informando de la muerte de Franco
(Foto: Flickr/Iuraya)

El texto que firma Pascal Ceaux relata como el «17 de octubre de 1975, el Caudillo es víctima de un primer ataque. Y es mantenido en vida a toda costa hasta el 20 de noviembre. Entre bambalinas, los clanes se desgarran alrededor de la sucesión». Y describe los detalles de los problemas de salud que afectan al dictador y el encarnizamiento terapeútico de los médicos y políticos que tratan de prolongar su vida.

L´Epress explica que el heredero designado por Franco, el futuro Rey Juan Carlso «no convence a todos los franquista» y se establecen «dos clanes: uno quiere acelerar el ascenso al trono de Juan Carlos, y el otro se opone. Algunos abogan por el establecimiento de un poder milita. Como un triunvirato, tomarían la responsabilidad directa de los bienes del fallecido dictado. Incluso se evoca un candidato alternativo: Alfonso de Borbón Dampierre. El príncipe tiene la ventaja de ser ¡el marido de una nieta de Franco!

Los falangistas insisten por lo menos en un punto: tenemos que mantener el Caudillo vivo a toda costa, el tiempo suficiente para construir la solución. Porque Juan Carlos, también se ha preparado. Mantiene desde hace varios meses contactos secretos con representantes de la oposición democrática, a los que no oculta su deseo de acabar con el núcleo duro del régimen de Franco. El 2 de noviembre, voló a una visita improvisada en el Sahara español, un viaje saludado por la opinión pública. La gente puede ver la iniciativa de un futuro soberano.

Y sobre la muerte de Franco explica «España aguanta la respiración, aunque el regimen guarda las apariencias. 19 de noviembre, como si nada hubiera pasado, cinco militantes de ETA son detenidos en Bilbao. El mismo día, los siete estudiantes caen en las redes de la policía en Zaragoza, siete en Madrid. Por la noche, la televisión emite documentales de vida salvaje. Uno de ellos se titula: Es difícil ser pingüino! En el el hospital de La Paz, Franco muere. Electroencefalograma plano. A las 6 h 10 am, un boletín oficial de la radio nacional anuncia la muerte».

«La calma reina en el país. Tres días más tarde, decenas de miles de españoles asisten a los funerales del Caudillo. Algunos quiza recuerden la incredulidad del padre del fallecido, cuando se enteró de que el más mediocre de sus tres hijo tomó el poder: «Dejad que me ría» El día antes del funeral, al que ningún jefe de Estado europeo de nivel asistirá, Juan Carlos fue coronado rey de España. Franco ha muerto de verdad».

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