Desde 1969 fue el encargado de contar la realidad de España a los lectores del primer diario alemán, el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Sus crónicas sobre la agonía del franquismo y las complicaciones del tránsito a la democracia le generaron el respeto general y una reputación de periodista serio y riguroso, que incluso jugó un papel destacado en varios momentos de la Transición. Con la consolidación de la democracia, Walter Haubrich siguió en España, donde fue uno de los fundadores del Círculo de Corresponsales Extranjeros. Estaba considerado una institución y el decano del gremio. Falleció este 6 de abril, a los 79 años.

Nació el 25 de agosto de 1935 en Renania y estudió en Alemania, Francia y España. Desde 1969 ejerció desde Madrid como corresponsal para España, Portugal y Latinoamérica del FAZ. Su propio diario ha explicado tras su muerte su forma de entender su profesión: «No quiso tomar la distancia del periodista que no toma partido: El era parte de la transición». De hecho Haubrich se implicó tanto en los años del paso a la democracia en España que su propia casa sirvió para organizar algún encuentro y reunión claves: la Junta Democrática, la unión de fuerzas de la oposición encabezada por el PCE, por ejemplo se proclamó en su despacho en 1974, porque el sitio donde se había organizado estaba rodeado de policías.

Fue posteriormente el corresponsal extranjero en España que quizá comprendió primero la dimensión de la figura de Felipe González, presentándoselo al resto de periodistas internacionales en 1974 en una comida en el restaurante Jai Alai. Y luego siguió analizando e interpretando la actualidad que generó España durante otros 30 años más.

Para radiocable.com rememoró tras la muerte de Adolfo Suárez, su primera impresión sobre el «arquitecto de la Transición»: le recibió, al igual que otros corresponsales, con algunos recelos pero destacó que Suárez fue uno de los políticos que «más rápido aprendió» hasta convertirse en la figura central del paso a la democracia, junto con el Rey Juan Carlos.

En 2002 se jubiló como corresponsal «puro y duro» del FAZ pero siguió ejerciendo su pasión por el periodismo como colaborador para la edición dominical Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, Mallorca Zeitung y Die Zeit, así como para la revista Der Spiegel. Deja un legado de 7.500 artículos y una decena de libros publicados

Recibió galardones como el Premio Francisco Cerecedo, de la Asociación de Periodistas Europeos en España en 2001, el Premio del Club Internacional de Prensa en 2007 y 2010, y la Orden de Isabel La Católica. Y en 2010 fue homenajeado en el Instituto Goethe de Madrid por su gran labor como informador a favor de la verdad y las libertades de España, en el que participaron Felipe González o el ex presidente del Parlamento Europeo Enrique Barón. El ex presidente socialista subrayó la importancia de los corresponsales como Walter Haubrich  para la democratización de España

 

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