El diario financiero germano detalla en un artículo de Melvyn Krauss en su edición impresa lo que denomina «subestimado eje Merkel-Draghi». Considera que al fin la canciller ha entendido que el programa del Banco Central Europeo beneficiará los intereses de Alemania porque permitirá calmar los mercados e insistir en las reformas en los países del Sur de Europa. Y considera que el caso de España es más sencillo que el de Italia.

Mario Deaghi, presidente del BCE
(Foto: Flickr/European Parliament)

El Financial Times Deutschland dice: «La canciller ha comprendido que un derrumbamiento de los mercados de bonos en países como Italia y España no beneficia los intereses de Alemania ?? porque podría suponer que a Alemania se le impongan cambios políticos indeseados en la eurozona. La canciller ha comprendido que unos mercados tranquilos ofrecen la posibilidad a Alemania de crear un entorno político en la eurozona más agradable para el país. El presidente del Bundesbank no.»

También asegura: «La mera existencia del programa del BCE, así como el apaciguamiento de los mercados sin haber gastado ni un solo euro, han hecho posible esperar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sin que haya estallado una crisis seria en el mercado. España puede pedir ahora un marco de crédito provisional, que le será concedido. Ese marco de crédito estará vinculado a nuevas condiciones, aunque de escaso alcance, puesto que el país ya se ha esforzado mucho. Y, en caso de necesidad, el BCE comprará bonos españoles de escasa duración. Así pues, todo contentos ?? salvo el Bundesbank.»

Y sostiene: «El caso de Italia es más complicado. Sin duda, los italianos pedirán que se les conceda el mismo trato que a España. Pero no lo merecen, puesto que no han aplicado las mismas reformas que los españoles. La postura del BCE debería ser: aplicad las reformas necesarias y entonces también recibiréis el apoyo correspondiente. Si el BCE cede ante el dolor italiano, les estaría dando la razón a los críticos del programa de compra de bonos, que se lamentan del riesgo moral que implica. Visto así es bueno que sea un italiano y no un alemán quien encabeza el BCE. Para Alemania es mucho mejor que sea un italiano, y no un alemán, el que le lea la cartilla al Gobierno en Roma.»

[Leer el artículo completo en el Financial Times Deutschland (pago)]

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