Friedrich Karl Berger, un ciudadano alemán de 95 años que llevaba viviendo en Tennessee desde 1959, ha sido deportado a Frankfurt para ser juzgado por complicidad en asesinato en el campo de concentración de Neuengamme, donde trabajó como guardia en 1945. Es el último nombre que se une a la «carrera contrarreloj» que está llevando a cabo Alemania para llevar ante la justicia a los últimos criminales nazis.

A principios de febrero se conoció la imputación de una mujer de 95 años que fue secretaria en el campo de concentración Stutthof y de un hombre que trabajó como guardia de seguridad en Sachsenhausen, por complicidad e incitación al asesinato de varios miles de personas. Pero no han sido los últimos. EEUU ha querido contribuir a los esfuerzos alemanes por juzgar a los responsables del Holocausto y el pasado 20 de febrero extraditó a Friedrich Karl Berger

Se trata de un ciudadano alemán que vivía desde hace décadas en Tennessee pero que en 1945, cuando tenía 19 años, trabajó como guardia armado en el campo de concentración de Neuengamme. Se le acusa de tomar parte de «actos de persecución promovidos por los nazis» como contribuir a que los presos fueran retenidos bajo condiciones horribles y obligados en el invierno a realizar trabajos forzados a la intemperie hasta su muerte o extenuación.

Berger confesó a las autoridades estadounidenses haber trabajado como guardia en un anexo del campo de concentración aunque dijo no haber estado al tanto de torturas a los presos o de víctimas mortales. Pese a ello tenía un proceso abierto en Alemania, aunque algunos medios apuntan que fue suspendido por falta de pruebas, por lo que no está claro que finalmente comparezca ante un tribunal por sus actos.

Pero EEUU ha querido con su deportación recalcar su compromiso de que el país no era refugio, ni lugar seguro para quienes participaron de crímenes nazis. En 1979,secreó la Oficina Especial de Investigaciones del Departamento de Justicia dedicada a encontrar nazis logrando victorias judiciales contra 109 individuos, de los que 70 fueron expulsados de EEUU.

Su última extradición previa había sido la del ex guardia de la SS Jakiw Palij, también de 95 años, quien vivía en Nueva York desde 1949 y fue expulsado en agosto de 2018. La de Friedrich Karl Berger será posiblemente la última que realice la Oficina Especial de EEUU.

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