Cesar CalderónCesar Calderón, responsable del blog Netoraton 2.0, considera que el presidente de la AVT ha sido, en estos años, un ariete político del Partido Popular contra el Gobierno, pero en estos momentos es un estorbo para sus aspiraciones electorales, «es como una prima donna a la que nadie se atreve a decir que desafina». En radiocable.com, argumenta que la última declaración ante el juzgado de Alcaraz es una prueba más de su radicalización. Se ha ratificado en sus fuertes declaraciones contra el Ejecutivo de Zapatero y ha sido apoyado por personas y colectivos relacionados con la extrema derecha.

Cesar Calderón quiere mostrar su respeto y apoyo a las víctimas del terrorismo, pero considera que la AVT y su presidente José Francisco Alcaraz se han convertido en ariete político del PP contra las iniciativas antiterroristas del gobierno. Y una vez que han decidido entrar en la arena política, deben asumir las críticas de la sociedad.

Piensa que Alcaraz se ha convertido en la actualidad en un problema para el Partido Popular. Hace uno o dos años, les podía convenir tener una voz muy radicalizada que instrumentalizara a las víctimas del terrorismo en contra del gobierno. Pero ahora, en puertas de unas elecciones generales y con un supuesto giro al centro del PP, Alcaraz se ha convertido en algo incómodo.

El presidente de la AVT ha dado cobertura a las teorias conspiranoicas sobre el 11M y se muestra muy cercano a la extrema derecha, según Cesar Calderón, que alude a las fotografías de su declaración en el juzgado, rodeado de gente con banderas radicales y pre-constitucionales.  El blogger cree que ese es el mercado de Alcaraz, que necesita radicalizar su mensaje para seguir apareciendo en los medios, una situación sin salida.

También considera que su declaración ante el juzgado parece un ejemplo del refran «sostenello y no enmendallo», ya que Alcaraz ha ratificado sus declaraciones contra el gobierno y Zapatero, al que calificó de embajador de ETA. Calderón cree que son palabras muy fuertes que, más allá de la libertad de expresión, podrían incurrir en la injuria, aunque defiende que sea un juez el que determine ese punto.  

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