El estudio encargado por Rajoy a FAES sobre el copago sanitario ha vuelto a relanzar el debate sobre esta medida. Un debate que por otra parte regresa periódicamente a la discusión pública. En la blogosfera hay un rechazo generalizado. Las críticas a la medida más repetidas son que más que copago, sería un repago o un nuevo impuesto; que es injusto y podría mermar la salud de algunos y que se trata de una medida cortoplacista que no solucionará el problema de fondo de la financiación.

El Ministerio de Sanidad
(Foto: Flickr/gretaydoraimon)

Juan Carlos Escudier en Tierra de nadie: «No es copago, sino repago«. «Lo justo -defiende- es que la Sanidad se pague con los impuestos, de manera que cada cual contribuya al sostenimiento del sistema público según su renta… con los cálculos del Ministerio sobre un canon de 10 euros por consulta y 15 por urgencia el repago apenas sufragaría el 0,85% del gasto sanitario. Del total de dicho gasto, cerca de un 80% es estructural, en la medida en que un 50% se va en sueldos y casi un 28% en la minuta farmacéutica. Una central de compras eficiente para todas las comunidades autónomas ahorraría más dinero que pasar la gorra a un millón de abuelos».

Ignacio Escolar: «La trampa del copago» Apunta: «Los defensores del copago argumentan que, cobrando una cantidad simbólica por estos servicios, se reduciría su demanda porque la gente no abusaría de ellos. Tal vez sea así en la Sanidad, aunque no creo que compense: pocos van al médico por gusto, ese pago simbólico ??por pequeño que sea?? no supondrá lo mismo para todos y nos arriesgamos a que algunos enfermos mueran por ahorrar tres pesetas. Sin embargo, ¿quién ??abusa? de la Educación

Manuel Calleja en Geografía subjetiva: «Efectos del copago«. Destaca: «La subida de tributos que el PP sostiene para pagar la Sanidad bajo el nombre de ??copago?? debería cumplir dos finalidades: evitar consultas abusivas y mejorar la financiación del sistema sanitario». Y cita un informe de la semFYC  que asegura que «el ??copago?? hace que bajen efectivamente el número de consultas, pero no mejora la financiación a largo plazo y tiene un efecto de inequidad social».

Hugo Martinez Abarca en Quien mucho abarca: «Co-pago electoral«. Asegura: «injusto que sería que toda persona tenga que pagar una tasa por ir al médico: las personas con menos ingresos verán mermada su salud por su intento de evitar ir al médico salvo que sea imprescindible. He leído a alguna paersona decir que lo sensato, lo progresista, sería introducir tasas progresivas en función de la renta. Eso llevaría a que las rentas altas tuvieran que pagar tanto por la sanidad pública como por la privada fomentando su salida del sistema público».

Isaac Rosa en Trabajar cansa: «El copago a sorbitos«. Sostiene: «en realidad habría que llamar ??repago??, pues pagaríamos dos veces» y «después de tantas veces como se abre y reabre el debate sobre el copago sanitario, y la manera en que suele cerrarse con desmentidos y promesas de jamás de los jamases, tengo dos cosas claras: una, que más pronto que tarde habrá copago. Y dos, que cuando eso ocurra no se llamará copago, tendrá otro nombre y nos jurarán y rejurarán que aunque lo parezca no es copago, es otra cosa».

Victor Sanz en Impresiones mías:»El copago es solo el principio«. Subraya: «Cabe plantearse pues, si las Administraciones Públicas que tan mal gestionan la educación y la sanidad, representan intereses distintos a los que dimanan del voto ciudadano, y ??malgestionan? pensando más bien en intereses privados no muy honestos. Puede que solo sean impresiones mías, pero creo que el copago en sanidad es solo la antesala de la más salvaje e inhumana privatización a la que tendremos que enfrentarnos en quizás no mucho tiempo».

Goyo Tovar en Papeles de Tovar: «Copago brevíssimus». Considera: «El copago es el impuesto involucionario del PP»

Luis Angel Hierro: «El copago sanitario es ineficiente e injusto«. Destacan: «es ineficaz para controlar el gasto ya que el paciente sólo genera la primera demanda, la asistencia al medico de cabecera o a urgencias, a partir de ahí toda la demanda la producen los médicos que lo atienden, que por supuesto no serían los que pagaran. Es decir, si se establece el copago no es para desincentivar el uso de los servicios médicos sino para hacer que una parte del coste en lugar de recaer sobre los impuestos generales recaiga sobre el paciente».

Ana Aldea en En modo esponja: «Uniendo casualidades«. Se pregunta sobre la postura del PP: «¿para qué encargan un estudio? ¿otra casualidad más? Aún no sabemos la postura que va a adoptar la FAES respecto al copago o si el PP compartirá esa postura Como tampoco sabemos los planes del PP para generar empleo, salir de la crisis?y eso que ya ha pasado un mes desde que gobiernan en la mayoría de ayuntamientos y de C.C.A.A. Pero?con tantas casualidades?uno ya empieza a sospechar».

Alain Ochoa en Ahi viene la playa: «Copago«. Argumenta: «Nada es gratuito. Sanidad y Educación no lo son: basta ver el porcentaje de gasto que absorben. Y como nada es gratuito, siempre hay alguien que paga. ¿Que pague el ciudadano? Ya lo hace: vía impuestos. ¿O de dónde nos quieren hacer creer que sale el dinero? Por tanto, un político honesto que hable de copago hablará también de rebaja fiscal significativa del IRPF. Yo no sé si lo apoyaría pero al menos sería la propuesta coherente

Miguel Angel Mañez en Salud con cosas: «El copago como juguete electoral«. Critica: «Instaurar más modalidades de copago o seguir como hasta ahora (con el copago en medicamentos actual) no hará que el sistema sanitario mejore ni sea más eficiente. Pero parece ser que utilizar el copago como símbolo para polarizar el debate sanitario (asociando una ideología u otra con su aceptación o rechazo) puede funcionar y así los políticos no necesitan mojarse con los problemas de verdad.

Blanco Flores: «El copago del PP«. Asegura: «El Partido Popular oculta sus más que previsibles medidas de gobierno. Recortes y copago que empeorarán el estado de bienestar de los españoles y que se centrarán en la educación y la sanidad… ¿Es este el camino hacia la equidad? ¿No se facilita que los ricos puedan disfrutar de sus privilegios y que al final los más desfavorecidos, los pobres tengan que pagar el pato de la situación?»

Vicente Torres en Puntos de vista: «La amenaza de copago en la Comunidad Valenciana«. Razona: «La Comunidad está excesivamente endeudada y de eso no tienen la culpa los ciudadanos. No tiene justificación que tengan que soportar el copago. Antes de llegar a esos extremos, los gobernantes pueden soltar mucho lastre. Y no sólo reduciendo el número de asesores. Los ciudadanos prefieren una sanidad que funcione a un Canal 9 que sólo se usa para hacer propaganda del gobierno valenciano».

En Tribulaciones de un cirujanoPor que copago y no ahorro«. Sostiene que «los recortes en medicamentos, material fungible, contratos u otros gastos corrientes pueden hacerse con rapidez, su repercusión en el gasto es inmediata y tiene un reflejo mediático casi instantáneo. El ahorro necesita un plan global, involucrar a los actores principales, modificar conductas muy arraigadas, cambiar protocolos y guías clínicas… Los que trabajamos en los hospitales sabemos que el margen para el ahorro es muy grande pero parece que a nadie le interesa como iniciativa a largo plazo.»

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