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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El viernes tuve la fortuna de asistir a un pase de la película «José y Pilar», la película documental sobre Saramago y su mujer que representa a Portugal en los Oscar.

La cinta retrata la vida cotidiana del Nobel José Saramago y su mujer durante todo el proceso de creación y lanzamiento de su novela «El viaje del elefante» y la enfermedad que vivió paralelamente el escritor. Es una película sencilla, tierna, cotidiana, maravillosa… y sobre todo lúcida: Cuantas cosas han pasado desde entonces, y cuantas de ellas nos fueron advertidas por Saramago…

Pilar y Miguel Gonçalves Mendes el viernes tras la proyección

El documental -digo- fue rodado durante dos años por todo el mundo y por un equipo de gente muy joven. Es una gran película como lo demuestra el hecho de haber sido enviada por Portugal para representar a ese país en los premios Oscar. Y eso, además de una nueva muestra de reconciliación con su tierra, es un síntoma de gran inteligencia por su parte, pues Miguel Gonçalves Mendes, su director, ha conseguido retratar con una fidelidad quirúrgica el carácter de ambos protagonistas, sin tratar de redibujarlos, sin necesidad de artificios.

Ahora tendrá que luchar por conseguir algo de promoción para que los académicos norteamericanos la tengan en cuenta, y cualquier ayuda es poca .

Viajes extenuantes, una agenda en contínuo movimiento, conferencias, firmas… Además de la personalidad del autor y de la fortaleza y la vitalidad de Pilar la película deshace algunos tópicos sobre la vida del escritor: «no es la vida de glamour que muchos se creen que llevan, los espectadores se dan cuenta de la presión que hay», -según explicó ella misma.

El viernes se proyectó en la Academia de cine español con el objeto de presentársela a los académicos de nuestro país para acudir a los premios Goya.  Apenas asistieron unos pocos y eso que el director viajó expresamente desde Portugal para estar presente.

«Magnifica proyección de José y Pilar en la Academia. Lastima que tantos académicos se hayan perdido la belleza y la bondad de este filme», -dijo amablemente en twitter la propia Pilar del Río tras la proyección.

Yo no voy a ser tan amable como ella. El escritor vivió la última etapa de su vida en España, donde creó parte de su obra, como retrata la película. En España buscó refugio de su exilio portugués. Algo de consideración merecía por parte de los académicos españoles, pues él fue un gran defensor de la cultura y del cine español. Llama la atención que cuanto más orgullosos se sienten en su tierra -que le organizó todo un funeral de Estado- el sector del cine español se muestre más indiferente.

Es cuestión de tiempo, estoy seguro, pues la calidad técnica del documental y la calidad humana de sus protagonistas merecen todos los reconocimientos, no solo el Goya. Lo único deseable es que no se demoren demasiado para no prolongar el desaire.

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