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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Hoy se ha producido una gran alarma en los informativos de televisión por un informe que denuncia el «bajo nivel» educativo de los escolares españoles.

Lo de que la nueva generación es más bruta, insolente e incontrolada que la anterior es un tema recurrente en los conflictos intergeneracionales. Sócrates lo denunciaba, 400 años antes de Cristo, con una elocuente sentencia: «Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan el respeto a sus maestros». 

Vivimos, sin embargo, una era de grandes transformaciones. La acumulación de  conocimientos deja paso al acceso a los mismos. Hoy cualquier chaval tiene más posibilidades de realizar un correcto diagnóstico médico que cualquier doctor de hace 125 años. Es más, dicen los neofilósofos «yo no quiero ser el mejor médico del mundo, sino tener acceso a los mejores médicos del planeta».  La era de los conocimientos se ha transformado para siempre. Enterremos la «acumulación», demos la bienvenida al «acceso».

Digo esto, en sintonía con personas más inteligentes como Vicente Verdú, para que aparquemos este alarmismo tan conservador. La educación cambia. Pero voy a aportar, además otras conclusiones del mismo informe PISA, tan mencionado hoy, pero que no han recogido los medios. El informe también dice:

1) Que los alumnos españoles tienen un rendimiento en ciencias (488 puntos) similar al de la media de la OCDE, prácticamente igual que el de EE.UU (puntos) y muy por encima de la media internacional (460 puntos).

2) Que el rendimiento de los alumnos españoles en matemáticas (480) es aceptable, en el rango de la media de la OCDE (484).

3) Que en la comprensión lectora nuestros alumnos alcanzan una puntuación 461, 15 puntos por encima de la media internacional pero 24 puntos por debajo de la media total de la OCDE, que es de 484.

4) Que el sistema educativo español goza de bastante buena salud, teniendo cuenta el freno que supone el histórico retraso social, económico y cultural del país, en relación con el resto de países ricos de la OCDE
En España la enseñanza obligatoria hasta los 16 años se implantó en los
años 90.

En un 36% de los hogares españoles los estudios más altos de los padres no pasan de ser los secundarios obligatorios. Ese dato en la OCDE es del 15%.

Así que ni la cosa está tan mal ni tiene gran importancia, habida cuenta del mundo que les toca vivir.

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