Las palabras importan, como no; pero solamente en el contexto de los hechos.

Los hechos, sin embargo, importan más que cualquier otra cosa; permiten que las palabras pueden ser de cualquier forma.

Cuando las palabras no se distinguen de los hechos, todo lo malo se vuelve posible.

¿Cómo trasmitir esta idea ante el cinismo?

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