Alba tiene 7 años, y es la tercera vez que va a votar como ??oyente?. De la misma manera que yo la escucho cuando me recuerda que hay que reciclar la basura, o que no tengo que fumar delante de un niño porque le perjudico, ella me atiende muy atentamente con los ojos muy abiertos cuando le explico que votar es un regalo. Le cuento que cuando sus padres eran pequeños no podían elegir que querían estudiar en el colegio; ni ver las películas que les apetecían; ni leer determinados libros. Reunirse con sus amigos para hablar de todo lo que no fuera fútbol, era peligroso; y que la sombra de la policía siempre estaba detrás, con la amenaza de que si te cogían nadie te podía defender, hubieras hecho o no algo malo.

Alba sabe que es afortunada por vivir en un lugar donde cada uno puede decidir por sí mismo sin que haya otro que lo haga por él. Por eso, y aunque algunos  ciudadanos vayan a votar con El País en una mano y el voto del PP en la otra, el simple hecho de ejercer su derecho a voto significa dos cosas: La libertad depende de nosotros; y si no se vota se pierde el derecho a reclamar.

Que cada cual entienda lo que quiera entender.

 
Felicidades España, porque otros países del mismo planeta que tú, hoy están con  la bota del miedo aprisionándoles el cuello.

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