Josto Maffeo, de Il Messaggero, echa en falta que en España se actúe con más rigor, se pongan barreras firmes y se tome distancia con los violentos en el deporte. En radiocable.com apunta que la «condescendencia» explica que hayan sucedido incidentes como el que ha costado la vida a un seguidor del Deportivo de la Coruña en Madrid. Sin embargo, el corresponsal no considera que sea un problema específico de España, sino que sucede también en otros países.

Josto Maffeo considera que en España «hay condescendencia» hacia los violentos en el fútbol y señala que los clubs: «tendrían que poner una línea a partir de la cual no se pasa. Un forofo es mi forofo. Un señor que usa la violencia, aunque sea solo una vez, ya no es un forofo. Es decir renegar de ellos. Y eso yo no lo he visto.»

Añade: «Creo que  que los grandes, Real Madrid y Barcelona han hecho cosas en este terreno y han logrado tener menos incidentes, pero esto tiene que ser unánime entre los clubs. Y también invitaría a mis colegas periodistas a explicar por qué si un atraco a un banco no va en páginas de economía, una reyerta con muertos entre aficionados al fútbol va en deporte. No lo entenderé nunca. Y me parece un error porque además provoca en esos violentos la sensación de que son protagonistas dentro del mundo que están contaminando.»

El corresponsal considera que el problema con la violencia en el fútbol en España no es sin embargo mayor que en otros países: «No es un fenómeno español para nada. Les toca a unos en determinados momentos y a otros países, en otros. Pero la palabra hooligan no es española. Por algo es inglesa. Alli es donde surgió el fenómeno. Hubo años terribles con los hinchas británicos, pero las medidas fueron duras y aunque hoy aun hay algun incidente, han cambiado mucho las cosas.»

En cuanto a si España puede tener un problema con el deporte, un aspecto en el que ha basado mucho su imagen internacional en los últimos años y que ha dado recientes ejemplos de racismo y violencia, Josto Maffeo apunta: «En Italia también le tiraron un plátano a un jugador porque era negro. No lo veo como un problema español. Creo que en cada país en el que ha ocurrido ha sido porque los diques y barreras no se han puesto firmes, evidentes y duros. Eso es lo que echo en falta en España. Rigor y tomar las distancias.»

Y pone en duda que pasados unos meses los grupos violentos sigan apartados: «Creo que sólo ha habido un equipo que en las últimas 24 horas ha decidido que no dejará entrar a algunas peñas y dejará un espacio vacío en el campo. Ese tipo de medidas son fantásticas porque es muy significativo dejar un hueco vacío porque un presidente dice que a ese tipo de hinchas no los deja entrar. Porque vivimos de la imagen y los mensajes se lanzan con imágenes. A la violencia se le planta cara diciendo «no y punto», sin justificaciones, ni concesiones. Pero tiene que haber una voluntad colectiva y concienciar a todo el mundo del fútbol.»

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