Dora Makri, de la ERT, Radiotelevisión estatal griega, explica en radiocable.com cómo ha vivido el cierre de  emisiones de su cadena y cómo han reaccionado los trabajadores manteniendo en antena un programa informativo de 24h al margen del gobierno. «Hemos descubierto que con un decreto de unos ministros se puede cortar la emisión de un derecho constitucional. Es un golpe bajo tanto a la democracia como a la libertad de prensa» apunta.

Dora Makri

Dora Makri explica: «Como estoy en comunicación diaria con mis colegas en Grecia, me llamaron y me dijeron: `Vienen esta tarde a ponernos cerraduras a la ERT´. Pensé: `No puede ser. Es una broma´, pero me dijeron que no y desde entonces estamos pensando qué podemos hacer todos juntos. Desde que lo hemos sabido, se empezó la retransmisión de un programa informativo en directo donde pasan todos los colegas, hablan, se invita a gente, hay reportajes… Se trabaja 24 horas al día. Hay turnos y nadie se va del plató. No se emite nada más».

Destaca que están emitiendo el programa pese a los intentos del gobierno de bloquear las señales que usan «pero la EBU, asociación de todas las TV públicas de Europa, nos ha dado una frecuencia a través de un satélite suyo para que en Grecia se pueda ver». Añade que hay protestas de griegos de todo el mundo y concentraciones en el edificio de la ERT en Atenas que ha desbancado a la plaza Syntagma y se ha convertido en el epicentro de las protestas. Y añade «también es importante y emocionante el apoyo de gente de todo el mundo, asociaciones de prensa, etc».

La corresponsal asegura: «Ha sido una sopresa muy desagradable para todos porque nadie podía imaginar que la señal de la radiotelevisión pública aparecería en negro. Para mi es una vergüenza porque podrían haber despedido a la gente como han hecho en otras empresas públicas pero se ha hecho de una forma bastante `borde´. Han creado un símbolo: es un servicio público que los ciudadanos están pagando y de repente está en negro y no ven ninguna emisión, ni escuchan la radio. Es un golpe bajo tanto a la democracia como a la libertad de prensa.»

Dora Makri sostiene además que la ERT no tiene déficit ya que le basta la mitad de lo que se recauda con el canon: «Además el sueldo de un periodista o un técnico no supera después de 25 años de trabajo los 1.200 euros. Los que si cobraban sueldos muy altos son los asesores y consejeros que cada gobierno de turno imponía en la ERT. El problema de todas las televisiones públicas es que los gobiernos las consideran de su propiedad. Y ahora hemos descubierto que con una decisión de unos ministros y un decreto se puede cortar la emisión de un derecho constitucional.»

Y añade que esto ha provocado una gran discusión pública en Grecia y la solidaridad de todos los medios de comunicación: «No hay prensa, no hay radio, no hay nada porque las asociaciones de prensa han convocado huelgas indefinidas. Esto significa que Grecia no tiene noticias o informativos a parte del programa que emite la ERT. Ni siquiera en las TV privadas que están apoyando a la ERT.»

La corresponsal asegura que nadie dentro de la TV pública griega se esperaba esto: «Nadie podía imaginar que se iban a suspender las emisiones. Y creo que ha sido una torpeza por parte del gobierno. En total somo 2.656 trabajadores sin trabajo. Nos ha pillado por sorpresa. Sabíamos que algo iban a hacer con la ERT, pero no podíamos imaginar que iban a reaccionar de una forma tan autoritaria y tan torpe».

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