La publicación gubernamental del primer mapa con las fosas comunes de las victimas de la Guerra Civil y el Franquismo ha atraído la atención de diversos medios extranjeros. The Guardian le dedica un amplio reportaje, en el que también explica como el movimiento de la memoria histórica ha logrado desvelar el autentico alcance de la represión franquista.  En Polonia destacan que no se pueden separar los huesos de republicanos y franquistas.

Una fosa comun
(Foto: Flickr/Iñaki1936a)

The Guardian publica una crónica de Giles Tremlett que recoge como «lentamente, las tumbas de Franco entregan sus muertos». En el texto se explica que «tras una década de un agrio debate sobre cómo curar las heridas dejadas por la guerra y la dictadura sin alimentar viejos odios, el gobierno español publicó ayer en Internet el primer mapa completo del país mostrando la localización de mas de 2.000 fosas comunes de la guerra civil. El mapa es una de la serie de medidas, que incluye una base de datos sobre las víctimas y las fosas».

Y explica que «Emilio Silva es el hombre que provocó el movimiento de memoria histórica desenterrando a su propio abuelo y una docena de otras víctimas de una fosa común en la ciudad norteña de Priaranza del Bierzo en octubre de 2000. Una campaña de base para desenterrar tumbas finalmente rompió las décadas de silencio del gobierno y el temor popular de rastrillar sobre las brasas de la guerra civil, que a menudo enfrentó a vecino contra vecino y dejó hondas heridas en las ciudades y pueblos de todo el país. Con archivos finalmente abiertos para el estudio, los voluntarios y los historiadores de toda España han revelado poco a poco el alcance de la represión franquista, por primera vez«.

Rzeczpospolita destaca desde Polonia que «Es imposible separar los huesos de los republicanos y los franquistas». El reportaje que firma Malgorzata Tryc-Ostrowska menciona que «los restos de los asesinados defensores de la república no serán exhumados del Valle de los Caídos. Los huesos están tan mezclados que es imposible cumplir con la voluntad de las once familias que reclaman la exhumación. Desde el fin de la guerra civil han transcurrido 70 años, sin embargo las divisiones de los antiguos tiempos han resucitado debido a la ley de la memoria histórica impuesta por el gobierno socialista en 2007.

Su objetivo es la rehabilitación de las víctimas republicanas y la acusación de todos los crímenes de guerra al general Franco, a la derecha española y a la Iglesia católica. Ahora una comisión de expertos reflexionará sobre qué hacer con la tumba del general que es visitada todos los años por 400.000 turistas. El gobierno defendiendo la ley destaca que ésta ha permitido localizar a 2 mil fosas masivas, pagar las indemnizaciones de 25 millones de euros y restituir la ciudadanía de 187.000 emigrantes».

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