Tras la tensión por los incidentes en El Aaiun, buena parte de la sociedad y los medios marroquíes reaccionaron con virulencia contra España a la que acusaron de hostilidad y odio. Sin embargo un artículo en el diario L´Economiste considera que esa acusación no es objetiva en vista del alto grado de cooperación económica entre ambos países. Creen que lo que si tiene Marruecos es un problema de imagen entre la opinión pública española… causado por Argelia y que es preciso corregir.

Una calle de Marruecos
(Foto: Flickr/chema_santander)

El texto está firmado por Mohamed Chaoui y recoge una conferencia en la que se expusieron las dos versiones, empezando por la de Larbi Messari, antiguo Ministro de la Comunicación: «En la cobertura por los medios españoles de los acontecimientos de El Aiún, la ideología ha matado al profesionalismo. Los medios españoles? han ocultando la verdad.» Sin embargo el profesor Abdelmounaïm Dilami lo relativiza y asegura que «la cuestión es otra. La hostilidad de la opinión pública española hacia Marruecos no se fundamenta en datos objetivos sino en elementos subjetivos. La prueba: la cooperación económica está al máximo.»

L´Economiste profundiza en las relaciones económicas y los intereses: «Las inversiones españolas en Marruecos revisten gran importancia y el número de turistas españoles crece. Si el Partido Popular llegara al Gobierno, adoptaría la misma estrategia que la formación socialista actual, en razón de los intereses mutuos. En este asunto, Marruecos no está realmente en conflicto con España, sino más bien con Argelia que ha puesto en marcha su maquinaria pesada para enturbiar la relación Marruecos-España… El problema de imagen en el seno de la opinión pública española no ha surgido espontáneamente. Ha sido moldeado por los servicios de espionaje argelinos.»

Finalmente Dilami recomienda una manera de solucionarlo: «nuestro país debería pensar como una empresa que tiene un problema de imagen? Lo primero que hay que hacer es lanzar un estudio sobre la opinión pública marroquí y española. Y a partir de los resultados obtenidos elaborar una estrategia de imagen. Porque si no se hace nada, los daños serán enormes. Bajo la presión de la opinión pública, el gobierno puede adotpar una política contra sus intereses.»

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