La TV de EEUU y otros medios extranjeros se han hecho eco de la original «rebelión de las zanahorias» del Teatre Bescanó en Girona que protesta contra la subida del IVA del 8% al 21% en las entradas para cultura y espectáculos.

La CBS apunta que la ingeniosa idea de vender zanahorias cuyo iva es un 4% puede salvar al Bescanó. Su noticia, que incluye video, explica: La crisis amenazaba con poner a los teatros fuera del negocio. Pero entonces el dueño de un teatro tuvo una idea ingeniosa directamente de Bugs Bunny. Las zanahorias son la humilde raíz que puede determinar si el teatro de Quim Marce en la localidad de Bescano (al norte de Barcelona) vive o muere – y muchos otros también. ¿Por qué? Debido a que el gobierno español acaba casi triplicó el impuesto sobre las ventas de entradas de teatro.

Pero el impuesto a las zanahorias es del 4%, mientras que el impuesto sobre los entradas es del 21%. Quim Marce hizo los cálculos. Alimento para el cuepo, 4%. Alimento para el alma 21%. Tenía que haber un forma intermedia. Y la había. Ahora no no vende entradas. Vende zanahorias -y de las caras – hasta 13 euros para una sola zanahoria. Pero si los pagas, recibes una entrada gratis. En realidad no es un asunto de risa. Teatros, cines y museos de todo el país se están viendo afectados por el nuevo impuesto y están considerando seriamente la cabriola de alcaparra zanahoria. ¿Por qué deberían ser golpeados, se preguntan, cuando el entretenimiento deportivo, como el fútbol, todavía está grabado a una tasa mucho más baja?»

La Deustche Welle habla de la «rebelion de la zanahoria» para salvar la cultura española. Su crónica señala: «Cuando el gobierno español elevó el impuesto sobre la venta de entradas para el teatro este verano, Quim Marce pensó que su teatro estaba condenado. Con más de uno de cada cuatro residentes de Bescanó en paro, sabía que incluso un modesto aumento en el precio de los billetes podría dejar su teatro municipal de 300 asientos, vacío. Pero tuvo una idea vender zanahorias en vez de entradas.

Muchos españoles ven la rebelión de las zanahorias como inteligente – un ejemplo de la creatividad a la que algunos están dispuestos para evitar impuestos que ven como injusto. Marce dice que consultó con un abogado antes de lanzar su venta de zanahorias. Y también tiene el respaldo del alcalde de la localidad. Y si le prohiben vender zanahorias, asegura que hay más hortalizas».

El Hollywood Reporter explica que la iniciativa ha sido aplaudida aunque es poco probable que se generalice. El artículo de Pamela Rolfe sostenía: «Un teatro española vende zanahorias para protestar por la subida de impuesto sobre los entradas. A pesar de la crisis financiera y el desplome de la asistencia, una pequeña sala vendió todo su aforo gracias a un día de `rebelión de la zanahoria´, aunque es poco probable que los cines sigan su ejemplo. Aunque la medida ha sido aplaudida como una inteligente forma de protesta, muchos se quejaron de que no podía ser una eficaz solución a largo plazo, ya que probablemente sería visto como evasión de impuestos.»

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