Aunque se apunta a la «pequeña» aunque «improbable» posibilidad de que las elecciones en País Vasco y Galicia ayuden a acabar con el bloqueo y la falta de gobierno de España, el asunto que más llama la atención de los medios globales, ante los comicios del 25S, es la nueva situación vasca. Se señala que el fin del conflicto con ETA, las ansias de paz y normalización y las buenas prestaciones económicas están marcando la vida y una nueva vía política en la Comunidad Autónoma.

Y varios diarios enfatizan especialmente que el apoyo a la independencia en el País Vasco ha descendido significativamente y que la región, con el primer partido regional, el PNV a la cabeza, se distancia en este sentido de Cataluña. También se analiza la posibilidad en diferentes claves de que las elecciones vascas y gallegas influyan en las negociaciones para formar gobierno a nivel nacional.

Financial Times enfatiza que en Euskadi con la paz han bajado las reclamaciones independentistas lo que le distancia de Cataluña. La crónica de Tobias Buck resalta que el País Vasco se ha abierto a un nuevo tipo de política, dejando atrás el pasado y buscando la normalidad. Y enfatiza que a diferencia de Cataluña, el apoyo a la independencia está en claro retroceso, en un momento en que la región goza de una buena situación económica y de paz por primera vez en décadas. En este sentido, apunta a que los líderes vascos, especialmente el PNV, parecen defender una forma más pragmática de relación con España, centrándose en asuntos cotidianos y que no dividan a la sociedad.

Wall Street Journal pone el foco en Otegi, el «ex guerrillero de ETA» que intenta cambiar balas por votos. El texto es de Richard Boudreaux y detalla la trayectoria de Arnaldo Otegi, del que dice que «persuadió» a sus compañeros de ETA para abandonar las armas y ahora lidera el brazo político de la banda en Euskadi, comparándola con la de otros «guerrilleros» en Latinoamérica o con Gerry Adams. Explica que su objetivo ahora es desarrollar un proceso político en estos cuatro años que lleve a Euskadi a la soberanía plena. Pero destaca que se trata de algo «difícil de vender» cuando las encuestas reflejan que la gran mayoría de los vascos no quiere la independencia. Y menciona también otros cambios «sutiles» en los votantes vascos como la «indiferencia» y el deseo de olvidar el conflicto armado y el atractivo de Podemos que ha captado a muchos jóvenes anti-establishment que no quieren mirar atrás.

Liberation afirma que el País Vasco revive y olvida. La notica es de su corresponsal François Musseau resalta que apenas cinco años después del cese de la violencia por parte de ETA, la cuestión identitaria ha dejado el sitio a las inquietudes sociales. Detalla el cambio vivido en las calles vascas donde ya no hay la «atmósfera axfixiante» hacia los no separatistas, sino que el ambiente es relajado y ya no hay «ghettos ideológicos». Y de hecho subraya que se percibe en cierta forma que el conflicto ha sido relegado al olvido. Destaca que casi ningún partido abordar el «doloroso pasado» y que Urkullu, favorito a la reelección, defiende que la independencia no tienen ningún sentido en la Europa actual. Recoge que el independentismo no ha desparecido del todo y señala que Bildu podría conseguir el 20% de los votos. Pero subraya que Podemos pisa los talones a la formación abertzale, que pese al tirón de Otegi, tiene dificultades para captar a una juventud indiferente a la causa separatista.

The Guardian resalta que España espera que las vascas y gallegas rompan el bloqueo político. El artículo de Sam Jones se apunta a la tesis de que las elecciones autonómicas pueden tener la clave para resolver la crisis y evitar unas terceras elecciones. Explica que en Galicia y Euskadi, PP y PNV tratarán, respectivamente, de mantenerse en el poder, pero el resultado será escrutado e interpretado a nivel nacional. Señala que un mal resultado del PSOE en Galicia dañaría a Pedro Sánchez y podría reforzar a Podemos. Y añade que en el País Vasco, la aritmética electoral podría permitir un pacto PP-PNV en el Congreso, aunque advierte que nadie se atreve a asegurar nada.

Reuters considera que las divisiones regionales hacen más probable que España tenga terceras elecciones. El reportaje que firma Sonya Dowsett apunta que las elecciones gallegas y vascas son señaladas como «agentes de cambio» en potencia que podrían redefinir el equilibrio de poder entre los partidos a nivel nacional y facilitar un gobierno. Pero pone el foco en el sentimiento identitario vasco y añade que la «virulenta retórica» anti-regionalista de Mariano Rajoy dificulta que haya un acuerdo. Añade que la geografía española ha forjado además fuertes identidades regionales, y aunque algunas gozan de un gran nivel de autonomía, «quieren más», pero se quejan de que el gobierno de Madrid se muestra «sordo» a sus peticiones.

The Politico recoge que el PNV defiende huir de debates divisivos y de desafíos secesionistas, dando alivio a Rajoy. El artículo de Diego Torres señala que apenas un 24% de los vascos dicen tener hoy un fuerte deseo de independencia, frente al 39% de 2006 o al 41% de Cataluña. Y añade que los líderes vascos y especialmente el PNV parecen decidido a no plantear un desafío secesionistas al estilo catalán, especialmente tras los años de violencia que han dado forma y condicionado la vida allí. En cuanto al impacto de los comicios para la crisis política española, se hace eco del posible pacto PNV-PP si los resultados lo hacen posible, pero considera que es «improbable»

Les Echos considera que las elecciones regionales son un test para los partidos a nivel nacional. La crónica de Cécile Thibaud considera que los líderes políticos españoles se aprestan a «leer su futuro» en las urnas gallegas y vascas, que podrían algunas claves. Señala que en Galicia, la amplitud de la victoria de Alberto Nuñez Feijoo, la estrella en ascenso en el PP, podría servir de examen de popularidad para el propio Rajoy. En Euskadi, menciona que el PP espera tener un carta, si el PNV necesita sus votos para gobernar lo que permitiría negocia el apoyo de sus 5 diputados en Madrid para la investidura de Rajoy. Aunque cita a analistas que creen que esta posibilidad es pequeña porque el PNV también podría pactar con Bildu. Advierte también que el PSOE se enfrenta a malos pronósticos en ambos comicios, aunque Pedro Sánchez espera salvar los muebles para negociar una posible coalición a nivel nacional.

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