Casi una semana después de hacerse oficial la salida de Ana Pastor y otros periodistas de RTVE, destacados medios internacionales siguen recogiendo la controversia que esto ha provocado. Se habla de «escándalo», de «acusaciones de interferencia política» e incluso de «cobarde purga de periodistas que hacen preguntas difíciles».

Artículo del Financial Times sobre los despidos

El Financial Times resalta que se acusa a Madrid de interfencia en los medios. La crónica de Miles Johnson publicada el 9 de agosto dice: «Crecen las críticas al Gobierno de España por la injerencia política en la TV estatal tras una serie de salidas de periodistas de alto perfil considerados críticos con el Partido Popular en los últimos meses. Varios de los periodistas más importantes se han ido en condiciones ásperas, a raíz de una decisión del gobierno de Mariano Rajoy a principios de este año de revertir una ley que obligaba a aprobar los nombramientos en Radiotelevisión Española por mayoría de dos tercios en el parlamento.

Ana Pastor, presentadora y entrevistadora del principal programa matinal de RTVE, salió de la emisora el fin de semana, provocando que otros periodistas y comentaristas critiquen lo que consideran un intento por purgar las voces críticas del gobierno de Rajoy. A pesar de las promesas por parte de los sucesivos gobiernos de intentar eliminar el sesgo político en la emisora pública, la influencia política en RTVE se ha mantenido».

The Guardian habla de cobarde purga en España de periodistas que plantean preguntas difíciles. El artículo de Miguel Anxo Murado destaca que «el despido de periodistas de la radiotelevisión estatal española demuestra cómo el gobierno de Mariano Rajoy ha perdido terreno. España siempre ha luchado con la imparcialidad y la objetividad. Resulta interesante que la mayoría de despedidos sean entrevistadores, trabajo que únicamente tiene sentido cuando el periodista está del lado opuesto.

A los políticos en España no se les suele contradecir ni presionar para responder a una pregunta. Esperan que el entrevistador asienta con la cabeza cuando ellos pronuncian su discurso, y la mayoría lo hace. Los nuevos parados representan una nueva tendencia en el periodismo político español: preguntan sobre cosas reales a nuestros líderes políticos. Por eso son populares. Y por eso el gobierno, cada vez más, no lo es.»

Le Monde destaca que hay un escándalo en España por los despidos.  El texto con fecha del 9 de agosto dice: «Tras la rotunda expulsión de algunas de las figuras más famosas de la radio y televisión española, crece el malestar entre los periodistas que temen que el gobierno de derechas esté metiendo en cintura a la radiodifusión pública. El sábado, la nueva dirección de la cadena pública TVE, nombrada por el gobierno de Mariano Rajoy, retiró de su puesto a Ana Pastor, periodista estrella de las mañanas. Es una «decisión política», acusa ella en El País.

Famosa por sus entrevistas incisivas, Ana Pastor molestó durante las últimas elecciones a algunos altos representantes del Partido Popular (PP). Aunque ampliamente esperada después de la llegada de la derecha al poder en diciembre, su salida ha sacudido España. Porque es sólo la última, y la más mediática, de una serie de salidas forzadas de periodistas que sin embargo tenían grandes audiencias, asociadas a nombramientos polémicos en la cabeza de las redacciones de RTVE. Y las explicaciones de RTVE, que se limitó a decir que Ana Pastor rechazó su oferta para presentar otro programa, no han convencido.»

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