La declaración del Juez español ante el Tribunal Supremo defendiendo su investigacións sobre las desapariciones en el franquismo es ampliamente resaltada en medios internacionales. Destacan que Garzón defiende que hubo crímenes contra la humanidad en España y un plan de eliminación sistemático preconcebido. Y apuntan que el magistrado se basó en los mismos principios que para los casos de Chile y Argentina.

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[El testimonio de Garzón en Euronews]

El New York Times destaca: «Baltasar Garzón subió al estrado para defender su decisión de investigar atrocidades cometidas durante la Guerra Civil, insistiendo en que había sido impulsado por su cruzada contra las violaciónes de los derechos humanos más que por ideología política. El juicio en su contra fue promovido por grupos de extrema derecha que le acusan de saber que estaba excediendo su capacidad legal. El martes, sin embargo, un desafiante juez Garzón dijo en la Corte que la ley de amnistía cubría hechos o delitos de carácter político, mientras que los abusos contra los derechos humanos son «un delito permanente» que trasciende la política y no puede estar ligado a ninguna ley de amnistía.»

El Financial Times recoge que «Garzón dijo en el juicio que en su investigación examinó evidentes crímenes de lesa humanidad que no estarían cubiertos por la ley de amnistía del país. El señor Garzón aseguró que desde 2006 a 2008 se había ocupado de denuncias de ejecuciones extrajudiciales, detenciones y torturas, y sugirió que las víctimas habían sido eliminadas sistemáticamente de acuerdo a un plan preconcebido Agregó que hay unas 114.000 personas «desaparecidas» que no estaban directamente involucrados en los combates de la guerra civil de 1936-39.»

The Independent explica que «Garzón subió al estrado desafiante para defenderse a si mismo en un caso que ha dividido España. Negó que su investigación tuviera una motivación política, diciendo que sus razones no eran diferentes a las de su investigación del regimen militar chileno de Pinochet. «No hay ideología involucrada, sólo cientos de miles de víctimas», dijo. «Cuando la gente desaparece, es un delito permanente, ninguna ley de amnistía lo puede afectar». Fuera de la corte cientos de partidarios del juez, entre ellos el historiador británico Ian Gibson – que ha investigado el asesinato del poeta Federico García Lorca a manos partidarios de Franco en la Guerra Civil – protestaron contra el caso.»

El Daily Telegraph subraya que «el juez español defendió su intento de investigar los crímenes de la dictadura franquista diciendo al Tribunal que las víctimas tenían derecho a la justicia a pesar de la amnistía de 1977. Argumento que llevó a la investigación bajo los mismos principios que le permitieron investigar otros abusos contra los derechos humanos. Estos incluyen el caso Pinochet, que vio al dictador investigado por violaciones de derechos humanos y detenido en Londres, y los exitosos juicios contra los crimenes bajo la junta militar de Argentina. «Acepté la investigación sobre los crímenes del franquismo sobre misma la base que el caso Scilingo de Argentina,» explicó Garzón

Le Monde apunta: «Garzón denuncia crímenes contra la humanidad en el franquismo. Trató de justificar la investigación que llevó a cabo desde 2006 hasta 2008 sobre el destino de más de 100.000 muertos, denunciando los crímenes como «imprescriptibles». Las familias de las víctimas describían, explicó, una serie de hechos «desapariciones, detenciones ilegales, asesinatos», que podían ser calificados  «en algunos casos de crímenes de lesa humanidad o genocidio». Eran, dijo, «hechos de una eliminación sistemática en virtud de un plan preconcebido de antemano», «con miles y miles de personas que permanecen desaparecidas hasta la fecha». «Toda la dinámica fue prácticamente idéntica» a las de otros dictadores, explicó, refiriéndose al régimen nazi y el fascismo en Italia.»

France Presse destaca que «El juicio contra el juez Baltasar Garzón, que ha indignado a las familias de las víctimas del franquismo, paradójicamente, les permite comenzar a testificar por primera vez ante tribunales españoles. Los siete magistrados del Tribunal Supremo que decidirán si condenan a Baltasar Garzón por abrir una investigación sobre los desaparecidos del franquismo, veran asi desfilar a 21 testigos presentados por la defensa hasta el 8 de febrero. Todos son familiares de víctimas de esta época o miembros de asociaciones que luchan por honrar su memoria.»

Die Tageszeitung habla de «Un proceso escandaloso. España, una democracia europea, se niega a poner en orden su pasado. En lugar de ello, el país pone toda la carne en el asador para apartar al juez de instrucción Baltasar Garzón del oficio de juez y dejarlo incluso entre rejas. Dos organizaciones fascistas han presentado demanda contra Garzón. Para éste, hacer desaparecer a personas significa un crimen contra la humanidad y, con ello, algo no amnistiable. Ayer declaró ante el juzgado que habría aplicado a España los mismos principios jurídicos que en su día aplicó contra el dictador chileno Augusto Pinochet y los militares argenteros. Que este escándalo pueda tener lugar ante el Tribunal Supremo español pone de manifiesto el largo camino que aún le queda por recorrer a la sociedad española para convertirse en un Estado de Derecho que funcione.»

Al Jazeera detalla el caso, la trayectoria de Garzón y recoge las palabras de Ian Gibson

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