Il Foglio incluye un artículo de Ernesto Felli y Giovanni Tria titulado: «Hermanos de España» y repasa los muchos puntos en común que tienen las economías de ambos países y los problemas. Y defienden que «los dos países necesitan opciones políticas valientes, independientemente de quien tenga la responsabilidad de gobierno».

Zapatero y Berlusconi
(Foto: Flickr/Calcio Better)

Il Foglio apunta también a las semejanzas políticas: «No sólo el clima es parecido. También la situación política, en un juego de simetrías invertidas, ofrece semejanzas. En Madrid, Zapatero defiende las reformas, en el último debate sobre el estado de la Nación, y la oposición, guiada por Mariano Rajoy, pide elecciones anticipadas. En Roma, la misma historia, aunque con los papeles invertidos: Berlusconi defiende los reajustes económicos. Su plan debería conjugar estabilidad y reformas, pero el clima es muy incierto. Y también en Italia el jefe del principal partido de la oposición, en este caso el centro-izquierda, pide elecciones anticipadas».

Pero el analisis se centra en lo económico: «los dos países tienen una estructura económica parecida. Italia es un poco más grande. Además, los dos países comparten un mercado laboral igualmente problemático: una elevada tasa de desempleo en España, una baja tasa de participación en Italia, y un dualismo parecido entre los trabajadores protegidos y no protegidos».

«Sin embargo, España, que ha sufrido un fuerte deterioro cíclico del presupuesto público como consecuencia de la Gran Recesión, tiene una deuda pública en relación con el PIB que, aunque está creciendo, el año pasado era todavía aproximadamente la mitad de la de Italia. Si a esto añadimos la dimensión del sector público español, más pequeña respecto a Italia, descubrimos una paradoja al comparar ambos países.» resaltan.

«Consideremos el gasto público en relación con el PIB como indicador de la dimensión del Estado. Pues bien, en 2007, es decir antes de las medidas fiscales para afrontar la crisis que en España han sido más duras que en Italia, el sector público español era casi diez puntos ??más pequeño? que el italiano. Una vez retiradas las medidas anti-crisis, para España será complicado reducir el déficit y al mismo tiempo engancharse al crecimiento. Y viceversa, desde este punto de vista, Italia tiene más grados de libertad (aunque ya no quedan grandes empresas públicas a privatizar en ninguno de los dos países)».

El diario italiano concluye: «El balance cero en 2014 puede alcanzarse reduciendo gradualmente la relación gasto público-PIB a niveles de 2000. Sin embargo, en Italia, lo mismo que en España, el problema sigue siendo el crecimiento. También en esto Italia tiene más margen de maniobra que España, por ejemplo en cuanto a reducción de impuestos. De todos modos, los dos países necesitan opciones políticas valientes, independientemente de quien tenga la responsabilidad de gobierno».

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