El diario de EEUU, a través de su sección MarketWatch, y el francés resaltan que de momento la crisis de Chipre no ha provocado un efecto contagio a España. Explican que la Bolsa de Madrid ha caído, pero en términos moderados y sin que haya habido retirada masiva de depósitos o acciones de las entidades bancarias.

 

El Wall Street Journal destaca que a diferencia de Chipre, en Madrid no ha habido pánico bancario. Explica: «No ha habido una retirada frenética de depositos o acciones en España este lunes. El Ibex 35 cayó más del 1,2% por la tarde, siendo el más afectado de los mercados de valores europeos. Entre los grandes bancos, BBVA perdió -1,37% y Santander -0,33%, ambos lejos del 2%. Los mercados españoles han tenido días mucho peores, aunque estos son también potencialmente los primeros días de esta crisis.

Las pérdidas vienen después de las noticias del fin de semana de una leva sobre los depósitos bancarios en Chipre como condición para un rescate de 10.000 millones de euros. Pero a diferencia de Chipre, donde los cajeros automáticos fueron vaciados por los clientes desesperados, no ha habido señales de pánico bancario en Madrid.»

Les Echos resalta que no ha habido ansiedad entre los inversores. Su crónica apunta: «No hay señales de pánico bancario en España. Incluso aunque hayan caído las cotizaciones de las instituciones financieras, no había una ansiedad notable entre los dueños de depositos en este día de fiesta. Los bancos españoles  sufrieron en Bolsa. Pero por ahora no están siendo víctimas de una fuga de depósitos. Tras el acuerdo sobre el plan de ayuda a Chipre este fin de semana, la Bolsa de Madrid abrió con una fuerte bajada, liderada por la caída de los valores bancarios, antes de terminar el día con un descenso del 1,29%.

La tributación inédita a los depósitos bancarios chipriotas -especialmente los de menos de 100.000 euros, en teoría ultra-protegidos- trajo la desconfianza en la zona euro y paticulamente sobre este país, que se benefició de un rescate bancario de 41.400 millones euros el año pasado. Pero por ahora, el nerviosismo de los mercados no se ha transmitido a los inversores.»

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