Ante la primera gran “caravana de migrantes” de 2021, que salió de Honduras a principios de enero hacia Estados Unidos, la ONG Plan International  ha solicitado a El Salvador, Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos que protejan y garanticen los derechos de los niñas, niños y adolescentes migrantes, los más vulnerables en la ruta, expuestos a la pandemia, la violencia y los abusos.

La caravana está compuesta por entre 7.000 y 9.000 personas, principalmente adultos jóvenes y algunas familias completas, que han decidido emprender la ruta migratoria después de perder toda esperanza en su país. La pandemia de COVID-19, unida al paso de los huracanes ETA e IOTA y la crisis económica y social han agravado la ya complicada situación de la población hondureña.

Las niñas y los niños son los más vulnerables de este grupo de personas. Duermen en la calle, muchos están deshidratados, con problemas de salud, expuestos al contagio de COVID-19 y en grave riesgo de protección, por ser víctimas de traficantes de personas y grupos criminales. Se calcula que unas 2.374 personas han regresado a Honduras después de intentar continuar en la caravana, de las cuales la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia de Honduras informa de que han atendido a 96 niños, 79 de los cuales viajaron solos o sin compañía.

Plan International reconoce la movilidad humana como un derecho, y advierte de los múltiples riesgos en la ruta migratoria que atentan contra la seguridad de la infancia, adolescencia y juventud.

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