O´Porriño es un municipio cercano a Vigo que vive en estado de alerta desde finales de 2017 cuando unas obras destaparon un depósito enterrado de lindano, un pesticida cancerígeno de los años 50, provocando problemas de salud a los vecinos. Y las investigaciones han puesto de manifiesto que la amenaza es incluso mayor, ya que se ha descubierto que puede haber restos de lindano esparcidos y enterrados por todo el pueblo y en el agua.

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El lindano se utilizaba habitualmente como insecticida o pesticida hasta finales de los años setenta, cuando se empieza a cuestionar por ser cancerígeno. Se prohíbe su uso agrícola en la década de los 90, aunque hasta 2015, la OMS no lo incluye oficialmente en la lista de productos cancerígenos. La empresa Zeltia lo fabricó en una planta de O Porriño entre 1947 y 1964, acumulando más de 1.000 toneladas residuos. Estos se depositaron en una finca que luego pasó a ser escombrera municipal y finalmente se destinó a polígono e incluso viviendas de protección oficial… sin que nunca se descontaminara.

La apertura de unas zanjas en 2017 provocó que parte de uno de estos depósitos de residuos saliera a la superficie. Según detalla El País, obreros que participaron en las obras y vecinos han sufrido desde entonces urticarias, afecciones respiratorias y hepáticas, vómitos e hinchazones en la boca y la garganta. Los análisis en la zona han confirmado la presencia del lindano, incluso en el agua de los pozos donde los valores detectados en superan hasta 1.000 veces el valor de referencia admitido.

El Ayuntamiento ha cerrado las zanjas y ha prohibido consumir el agua de todos los pozos. Pero el miedo al lindano se ha instalado en O Porriño. Porque no sólo hay restos de este producto químico en la zona donde se vertieron los residuos de Zeltia, sino que hay por todo el pueblo. En los años 50 y 60 se usó los restos de lindano para asfaltar caminos y rellenar baches o construcciones. Ecologistas en Acción incluye de hecho a la zona de O Porriño como  uno de los mayores vertederos de lindano de España.

Pero el mayor problema es que no se tiene certeza de dónde está diseminado. Se teme que la contaminación se haya extendido a toda la comarca, incluyendo a Mos,  Ponteareas, e incluso Tui, y haya llegado también hasta el río Miño, como denuncia la Plataforma Antilindano da Louriña, constituida en diciembre para visibilziar el problema y pedir medidas a las administraciones. Aunque de momento denuncian la inacción de la Xunta.


(Foto: Flickr/Austinvalley)

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