El corresponsal del diario portugués Publico considera en radiocable.com que la prohibición del velo integral no es un asunto que esté en la calle, sino que es una estrategia política centrada en Cataluña que busca «calentar» las proximas elecciones con respecto a la inmigración.  Pero Nuno Ribeiro advierte que se está jugando con fuego y que las prohibiciones ya están provocando un auge de los movimientos musulmanes más radicales.

Mujeres con burka
(Foto: Flickr/Na´eem)

Nuno Ribeiro considera «singular» que el debate sobre la prohibición del burka haya nacido en Cataluña después de que unos sondeos den a la Plataforma por Cataluña un «partido xenofobo dirigido por un señor que viene de Fuerza Nueva» entre 5 y 7 diputados. Esto ha alarmado a la sociedad política catalana y han caído en la trampa: «es lamentable que Cataluña que ha reivindicado un cosmopolitismo que el resto de España no tenía, ahora esté vergada a intereses que son de un localismo peligroso, xenofobo y racista».

Para el corresponsal el debate del burka «no está en la calle, está en las mentes de los que quieren calentar el tema de la inmigración en Cataluña». Cree que las raíces de este problema están en el paro, que ha aumentado más en esta comunidad que en el resto de España, y en que hay más de 320.000 musulmanes en Cataluña. Pero cree que se «está jugando con fuego». Y compara esta actitud con el comportamiento ejemplar que hubo tras el 11M.

No me gusta el burka, pero suscitar debates coyunturales para crear situaciones de exclusión social es jugar con fuego y ya está teniendo sus consecuencias en Cataluña con los movimientos más radicales tomando el control de algunas mezquita en Tarragona y afirmando en un liderazgo que hasta ahora no tenían», asegura Ribeiro.

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