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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

26 de febrero de 1996, diario ABC: «Todas las encuestas dan vencedor al PP por amplio margen en las andaluzas», -decía en su portada de la edición de Sevilla con una gran foto de Javier Arenas, que entonces también estaba de candidato.

Javier Arenas acusó el otro día a Rubalcaba y a Griñan  de llevar 30 años en cargos oficiales. Pero lo dice el eterno rival. Lleva 28 años en la vida pública e incluso el PP andaluz presume de que su líder fue el edil «más jóven de Sevilla en 1983″.

Puede que esta vez sea la suya, pero no sería la primera vez que todas las encuestas apuntan a su victoria… para quedarse en las puertas: «El voto cautivo y subsidiado en Andalucía y Extremadura contribuyó a amortiguar la derrota de los socialistas» -dijo el ABC en su portada el día después de las elecciones aquél entonces.

[Visto aquí. Gracias Javier]

«Unimos este Rosario a la campaña de oraciones en favor de Radio Maria pidiendo que se le concedan las frecuencias que está solicitando a las Comunidades Autónomas» -pide el sacerdote del programa, sin pudor.

Lo descubrí gracias a un tweet de Fernando Jerez. Grabarlo me ha costado 24 extenuantes horas de escuchar la emision. Dios te salve María de quedarte sin radiofonia -dice Lele68 en Twitter-.

El periplo radiomariano me ha servido  también para grabar otras perlas, por ejemplo el momento en el que el colaborador de la delegación de medios del arzobispado de Pamplona, un sacerdote, alerta del peligro que corren las parroquias (a partir del minuto 1, pero las grabaciones merecen ser escuchadas completas…):

» inscribir las ermitas, las parroquias, en el registro porque ha habido aquí unos líos muy grandes y algunos se creen que las iglesias son de los ayuntamientos y de eso nada de nada. Así que nosotros…ahh, en orden, porque… todo esto de que los templos, las ermitas, las iglesias parroquiales… son del pueblo,.. ¡del pueblo de Dios! pero no de cualquier pueblo, porque algunos se quieren usurpar derechos para meter en algunas de las iglesias… pues conciertos raros o, no te extrañe que algún día ..eeehh, baile de discoteca...»

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«Cómo sería cubrir hoy el cuento de los tres cerditos, ambientado en la actualidad, en una casa, en un suburbio, donde arranca la noticia: ??El lobo feroz hervido vivo?? (??Big Bad Wolf boiled alive??). Los cerdos ??dicen que actuaron en defensa propia?. Familia y amigos ??rinden tributo? y la policía abre la investigación. Lo que plantea el diario es seguir la noticia desde su portada en edición en papel hasta la discusión a través de medios sociales… Al final, con un desenlace inesperado. » [Visto aquí]

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??El libro perdido y hallado en el tiempo?
Claraboya, de José Saramago

Uno de los regalos que me deparó la vuelta de Lanzarote, y Pilar del Río concretamente, fue un ejemplar del libro «Claraboya» de José Saramago, que sale a la venta en estos días. El libro fue escrito por Saramago cuando tenía algo más de veinte años. Apoyado por un amigo, entregó el manuscrito a una editorial portuguesa en 1953. Nunca recibió respuesta…

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Entrevista con Pilar del Río en
A Vivir Madrid (SER), donde nos habla de Claraboya

 «Aquella actitud de la editorial le sumió en un silencio doloroso, imborrable y de décadas», -explica Pilar del Río-. Tardó veinte años en volver a escribir.

Cuenta Pilar del Río (mujer del Nobel y Presidenta de la Fundación José Saramago) que «Claraboya» era conocido en la casa como «el libro perdido y hallado en el tiempo» porque, según narra ella misma en el prólogo, una mañana de 1989 Saramago recibió una llamada telefónica de la vieja editorial. Dijeron que el manuscrito había sido encontrado en una mudanza de sus instalaciones. Añadieron: «sería un honor publicarlo» hoy,

-«Obrigado, ahora no», respondió el Nobel.


Uno de los cuadernos de notas que usó Saramago
para escribir «Claraboya»

La partida, desde luego, no podía ser más sugerente para darlo a conocer. Porque Saramago dijo que no lo publicaría en vida, que aquella responsabilidad correspondería a los que quedasen tras él, y así, por esa razón, la Presidenta de la Fundación, quién mejor le conocía, ha decidido ofrecérselo a sus lectores en estos días.

Fue la primera novela del escritor, pero paradójicamente no tiene un ápice de ingenuidad: Saramago dejó esbozada allí su mirada sobre la vida y sobre las riquezas y las miserias humanas. Es incluso una obra transgresora para la época: el lesbianismo, una violación dentro del matrimonio, e incluso la familia como un lugar donde también se da la corrupción moral. Demasiado para los años cincuenta en Portugal.

 

Para los lectores de Saramago este libro será un descubrimiento porque cierra un amplio círculo literario. En el libro aparecen los bocetos de algunos de los personajes que desarrolló Saramago en sus libros años más tarde: los oficios, los hombres introvertidos, «reconcentrados», la fortaleza de las mujeres, «que luchan con el día a día» pero que nunca renuncian a sus esperanzas, incluso José de «Todos los nombres» o Ricardo Reis de «El año de la muerte de Ricardo Reis», y el médico de «Ensayo sobre la ceguera», o el músico de «Las intermitencias de la muerte»…

Claraboya «es una novela de las pequeñas cosas, -explica Pilar del Río- que son las que nos hacen felices o las que nos hacen más grandes» .

El primero de los borradores, con las anotaciones del escritor

¿Que verías en un edificio si pudieras atravesarlo con la mirada a través de una claraboya?

«Amanece en Lisboa. En una mañana de mediados del siglo XX, la mirada del novelista se asoma a la ventana de un vecindario. Se anuncia un día no muy diferente de los demás: el zapatero Silvestre, que abre su taller; Adriana, que parte hacia el trabajo mientras en su casa tres mujeres inician otra jornada de costura; Justina, que tiene ante sí un largo día jalonado por las disputas con su brutal marido; la mantenida Lidia; y la española Carmen, sumida en nostalgias…
Discretamente, la mirada del novelista va descendiendo y, de repente, deja de ser simple testigo para ver con los ojos de cada uno de los personajes».  ( cómpralo aquí )

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La mesilla del dormitorio del apartamento,
con un ejemplar de «El viaje del elefante».

Apenas se abrió la puerta de la biblioteca de Saramago el bebé salió corriendo y zás, se coló dentro. Había dormido sobre la misma, en la habitación que hay construida en el piso superior, -¡sobre un colchón de palabras!- le dijimos por la noche.

La biblioteca, le acogió silenciosa, vigilante, mientras caminaba en dirección a la mesa de José Saramago, aquella en la que escribió «Caín» y «El viaje del elefante». El bebé tendió la mano y la pasó suavemente por la manta que hay sobre el brazo de la silla de José.  Por allí, correteando, le hice algunas fotos.

El bebé se cuela correteando en la biblioteca de Saramago y de Pilar del Río. En la silla que se ve al fondo escribió «El viaje del elefante?

Pilar del Río nos invitó a pasar unos días en Lanzarote. Allí, sobre la casa que da cobijo a la biblioteca de José y Pilar, han construido un apartamento, independiente, para dar abrigo: «Esta biblioteca no nació para guardar libros, sino para acoger personas», dicen. El objetivo de la Fundación Saramago es utilizarlo en el futuro para que los nuevos escritores puedan alojarse allí a hacer su trabajo, rodeados de palabras, de simbología, del mundo de José y Pilar.

Y mientras tanto, va recibiendo el exilio de algunos amigos. Entre ellos, el de mi familia: María, el bebé y mi madre. Todo un regalo. Ahora el carácter del pequeño Fer se construirá sobre los recuerdos y las historias de los días en los que durmió en un colchón de palabras, sobre la biblioteca de Saramago y de Pilar, allí donde acarició la mantita de la silla.

Pilar es la hospitalidad en cuerpo de ser humano. Invadimos su cocina e incordiamos durante cuatro días a los pobres Camoens y Bolita, los perros, que resignados permanecían tumbados durante las conversaciones tras la cena, ajenos al mundo de las personas.

Fueron sobremesas calmadas, en las que hablamos de cantautores y de palabras, de amigos y de los no tanto, de políticos y de los que no lo son aunque dicen que lo son. Hablamos y nos refugiamos parando el tiempo. Como lo había hecho Saramago, el día que detuvo los relojes de la casa y colocó las agujas en la hora en la que conoció a Pilar. Así como siguen.

Reloj en casa de Saramago. Lo paró en la hora a la que conoció a Pilar del Río

Pilar nos contó que ha decidido abrir su casa, la casa de Saramago, para que el público la visite. Una casa, que sigue siendo casa, pero convertida en museo.
Pequeños grupos de turistas, amantes de los libros del Nobel, se cruzan por las habitaciones de doce a dos, incluso mientras ella trabaja sigilosamente en el piso de arriba.

Yo mismo me dediqué a disparar y disparar fotos, retratando cada detalle, cada minuto. También pregunté a Pilar si podía contarlo. Y me dijo que debía hacerlo, que son los amantes de los libros de Saramago quienes han recibido ese derecho, el derecho de  conocer cada detalle de ese mundo, de respirarlo. Así que pensé en escribirlo al terminar el viaje.

Dije que contaría todo esto y así lo estoy haciendo, para que cuando algún lector de este blog visite Lanzarote no se olvide de acercarse a la casa hecha de libros. Allí donde el niño durmió sobre un colchón de palabras.

Foto en 360º de la cocina de José y Pilar, donde se han dado cita todo tipo de ciudadanos, desde Zapatero a Vargas Llosa,… y ahora un montón de personas anónimas que visitan la casa de Tías, Lanzarote.

La mesa de la biblioteca en la que José escribió «El viaje del elefante»

Las plumas de José Saramago

 

El despacho en el que escribió «Ensayo sobre la ceguera»

Un momento de la tertulia tras la cena, escuchando a Luis Pastor hablar de cantautores

Claraboya, «el libro perdido y hallado en el tiempo» de Saramago

Pero la historia no terminó cuando el viaje terminó. Cuando llegué a Madrid me esperaba en casa, por mágica gentileza de Pilar, un ejemplar de «Claraboya» el primer libro que escribió Saramago y que una editorial tuvo almacenado 47 años, «el libro perdido y hallado en el tiempo». Pero esa ya es otra historia, de la que hablaremos otro día.

 

Tengo un nuevo candidato para la papelera de Spam. Me llega la siguiente nota de prensa al buzón: «El 85% de las mujeres sueñan con un anillo por San Valentín». Así, en genérico.

La nota forma parte de esa nueva treta info-comercial, que emplean ciertos gabinetes de comunicación : presentar como informaciones, lo que son simples notas de propaganda. Una forma de salir en los medios: y no dudeis de que algún medio lo recogerá.

Porque ¿de verdad el 85% de las mujeres del mundo quieren un anillo por San Valentín? ¿está el mundo para que esa sea la ensoñación de un 85% de las mujeres que lo habitan?. Dudoso.

Veamos. Según la nota, » el estudio sobre joyas llevado a cabo por el grupo aufeminin.com,  líder mundial en información femenina online, concluye que el 85% de las mujeres considera el anillo la joya ideal para recibir en este día (bla,bla…)».

Ni siquiera se debería profundizar en una información de contenido tan frívolo, pero ¿realmente se ha hecho tal estudio entre Mujeres españolas?, ¿europeas?, ¿africanas? ¿somalíes? ¿del mundo?, ¿solo entre las usuarias del susodicho portal? ¿cuantas han contestado? ¿Sirve esa cifra para hacer una afirmación tan categórica?. Nada sobre ese tema.

En el último párrafo aparece algo más de información, en genérico, sobre el propietario de la marca. El verdadero objeto de la nota. Colar en la prensa la información sobre la empresa, con una excusa , además de frívola, interesada:

«…Controlado en un 82,25% por el grupo alemán Axel Springer AG, el grupo aufeminin.com es el primer grupo online dirigido a la mujer. Tiene presencia en España, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Italia, Polonia, Austria, Suiza, Canadá, Marruecos, Túnez y Vietnam. El grupo posee una audiencia global de 45,8 millones de usuarios únicos y más de 11 millones en su site en español enfemenino.com. El grupo ofrece contenido editorial y genera una extensa comunidad alrededor de las áreas de interés para la mujer cubiertas en sus sites: moda, maternidad, belleza, cocina, noticias, sociedad, etc. Esta oferta se materializa a través de diversos formatos: artículos, vídeos, entrevistas, chats, etc. Su oferta se realiza a través de distintos dispositivos: web, móvil, tabletas, TV y revistas impresas. El grupo aufeminin.com es propietario de Smart Adserver, que desarrolla y comercializa soluciones premium de adserving para redes y sites, tanto para web, móvil o tabletas. Smart Adserver gestiona en la actualidad la actividad de más de 300 clientes para un total de 1.500 sites en cuatro continentes. ..»

Pero de nuevo, del estudio, nada de nada.

El periodista Hernán Zin se encuentra preparando un proyecto, -del que ha dado cuenta en su blog-, para revivir el periplo que realizó el periodista Enrique Meneses en 1956 desde El Cairo a Ciudad del Cabo. Fue un viaje del que dejó constancia en una serie de crónicas que publicó en aquella época y luego en el libro ??Africa de Cairo a Cabo?.

Además del apasionante proyecto, Zin describe en este vídeo la emergente prosperidad que está experimentando África, el renacer expresado en la irrupción del teléfono móvil:

«…Te bajas del avión en Somalia y te llega un mensaje al teléfono móvil: «bienvenido a Somalia». Nada funciona en el país, pero los móviles en África, toda la banca, todo el tema de comercio… El teléfono móvil para el africano es fundamental . Han pasado de la prehistoria a la modernidad en 10 años…  Porque no hay líneas fijas, y no tienen bancos, pero todo lo hacen por el móvil. En Kenya, por ejemplo, hay una forma en la que todos se pasan dinero a través del móvil..

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Según el OPIEX -Observatorio Permanente de la imagen Exterior de España en la prensa- del Real Instituto Elcano, Francia es uno de los paises de nuestro entorno en el que más noticias se publican sobre España: Aproximadamente un 97% de las jornadas laborables -con algunas variaciones según los periodos de análisis, pero siempre en cifras altísimas (90% en el Reino Unido, el 85% en Alemania, el 81% en EEUU y el 80% en Italia). Son datos estimados pero muy ilustradores sobre la potencia del foco.

Por eso, no debería resultar alarmante el número de titulares que está generando en ese país el caso Contador, especialmente si nos atenemos a la rivalidad deportiva entre ambas naciones.

Desgraciadamente, si aceptamos que precisamente el deporte y la cultura -cine y arte- son los embajadores mediáticos de nuestro pais en el mundo, se hace evidente que la imagen que se está proyectando sobre España en el exterior es muy dañina pues las informaciones nacidas allí se están propagando como el fuego sobre la pólvora.

Esto debería ser motivo suficiente para convertir el caso Contador en un asunto de Estado. Porque mas allá de las simpatías que el personaje pueda producirnos, o que incluso el caso de «este compatriota» suscite polémica y muchas dudas técnicas, lo cierto es que está resucitando internacionalmente un debate que debería hacer reflexionar al deporte: ¿Es España un país permisivo con el dopaje? Y si no lo es, ¿cómo lo estamos explicando? ¿Que mecanismos se pueden articular para no transmitir esa imagen?

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En Francia, incluso «los guiñoles» se han permitido bromear sobre este asunto, atacando ya de paso a Rafa Nadal, que nada tiene que ver con esta guerra. Y por desgracia la polémica del caso Contador no se ha limitado a la prensa francesa.

El mundo tiene la mirada puesta en el deporte español. Si la actuación no es rápida e institucional, se corre el peligro de dejar en entredicho los éxitos deportivos que tan buenos réditos han proporcionado a la marca España y eso más tarde o temprano terminará por salpicar también al resto de marcas del país.


Imagen publicada en ABC  el 23-1-1981 del Principe Felipe recibiendo un regalo de Lothar Lahn, en presencia del Rey Juan Carlos.

España ha presentado siempre la Transición en Blanco y Negro, en un relato sin matices, apenas cuestionado públicamente. El riesgo de describir el pasado de esa forma tan pueril, casi mitológica, es que queda caricaturizado arquetípicamente como un asunto de buenos y malos, con las consiguientes decepciones posteriores. Sí. La realidad está compuesta por una formidable escala de grises, en la que caben múltiples perspectivas.

Así ha quedado acreditado, precisamente, con la irrupción en la actualidad española del artículo de la revista alemana Der Spiegel sobre la opinión del Rey de España de los golpistas del 23-F.

Der Spiegel explicó ayer que el embajador de Alemania en España entre 1977 y 1982, Lothar Lahn, mantuvo una conversación de carácter privado con el monarca. Fue el 26 de marzo de 1981, y en ella el Rey le comentó sus impresiones acerca del frustrado golpe de estado. Así quedó recogido en un informe desclasificado ahora – Lothar Lahn falleció en 1994-, donde se explicaba que el rey Juan Carlos I ??no mostró ni desprecio ni indignación frente a los actores, es más, mostró comprensión, cuando no simpatía? en aquella conversación privada.

En una entrevista con radiocable.com, Helene Zuber, corresponsal en España de Der Spiegel y coautora  del reportaje,  explicaba que las simpatías del Rey por los golpistas no parecen una interpretación del embajador:

??cuando se produce una conversación tan importante, los embajadores siguen un protocolo y toman sus notas. Y aparentemente al embajador de entonces, que conocía bien a Don Juan Carlos, le pareció llamativo y por eso mandó el documento?.

El relato es muy verosímil. Primero por el dibujo que se hizo del papel del Rey durante el 23-F, al que me refería al principio, en un país que estaba lleno de vasos comunicantes entre la dictadura y la democracia. Y segundo porque siempre ha existido un debate soterrado: ¿El golpe fracasó porque salió el Rey, o salió el Rey porque fracaso el golpe?

El documento desvelado por Der Spiegel no aporta luz sobre ese asunto, pero retrata esa época, tan llena de matices, tan escasa de heroicidades significativas.

Hay una verdad, sin embargo, que se puede argumentar en su favor. Si el Rey hubiera salido por televisión apoyando el golpe, el golpe habría continuado, con éxito final o sin él…y no fue así.

Una vez despejada para la Casa Real esa inquietud retórica, convendría que la política empezara a tratar a los ciudadanos como adultos que son, entendiendo que tienen derecho a conocer la verdad de las cosas, con sus matices y sus aristas. No hay nada más pedagógico, en términos democráticos.

Y ayudaría mucho para mejorar la salud de la democracia española que se impulsara la ansiada Ley de Transparencia y de secretos oficiales.

En España -explica elpais- no existe, como en la mayoría de los países occidentales, un mecanismo periódico de revisión y desclasificación de documentos, por lo que el sello de secreto se convierte en un cerrojazo casi perpetuo

De lo contrario seguirán siendo los medios de comunicación extranjeros y las conversaciones de las embajadas las que aportarán la luz sobre nuestra propia historia.

En España, la noticia recibió los elogios de buena parte de la ciudadanía… y algunas críticas de la clase nostálgica.

Pero la fuerza de la imagen, sinónimo de cambio, estaba fuera de toda discusión. Así lo atestiguó el Herald Tribune (la edición global del New York Times) llevándola a su portada. Fue el 15 de abril de 2008.

Pocas veces una imagen tan positiva de la marca España había tenido el privilegio de proyectarse de esta manera en medio mundo. El Herald Tribune imprime en 40 paises y se lee en 180. En Internet, además, comparte dominio con su cabecera madre, dándole una formidable dimensión.

Pocas noticias españolas han tenido el privilegio de llegar a su portada. El 23F, el 11-M… y aquella mujer embarazada ante la que tuvieron que cuadrarse los generales de división.