Un dron que cuenta con brazos robóticos sensibles capaces de manipular objetos puede ser una revolución en el ámbito industrial y permitir tareas que hasta ahora son muy costosas o ponen en peligro vidas humanas. Y la referencia internacional en este ámbito es el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales, CATEC, de la Universidad de Sevilla, que pertenece al consorcio del proyecto Aeroarms, y que ha sido galardonado con uno de los premios más prestigiosos de Europa sobre innovación, el Innovation Radar Prize 2017.

En sus inicios los drones se limitaban a sobrevolar grandes extensiones, aunque poco a poco sus aplicaciones y habilidades han ido aumentando. Ya existen prototipos que pueden levantar peso o nadar. Pero ahora además, se están desarrollando drones para aplicaciones industriales con brazos robóticos. Y el  proyecto del H2020 Aeroarms, desarrollado en la Universidad de Sevilla y en CATEC, es uno de los más avanzados.

Anibal Ollero, catedrático de robótica aérea de la Universidad de Sevilla, explica que el dron que han desarrollado permite no solo tomar datos o imágenes, sino también manipular objetos mientras vuela. Así por ejemplo es capaz de montar una antena en un sitio inaccesible, de comprobar una tubería y repararla o instalar cámaras o sensores en lugares de acceso complicado. Esto puede facilitar tareas de mantenimiento e inspecciones industriales de alto riesgo para seres humanos.

El proyecto H2020 Aeroarms no solo ha ganado premios, sino que también ha interesado a empresas que realizan trabajos de inspección en distintos ámbitos con las que han firmado acuerdos. Hay otros centros de investigación en Europa América y Asia que están también desarrollando drones con brazos robóticos, pero el español puede presumir de haber sido pionero y líder.

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