foto publicada por EL PAIS

El reportaje publicado ayer en EL PAÍS en el que se describe a Barcelona como la «ciudad del sexo«, y donde se muestran a prostitutas manteniendo relaciones sexuales en pleno centro de la ciudad, no tan solo ha generado polémica a nivel municipal.  En internet, el tema, que debería servir para reavivar el debate sobre la regulación de la prostitución, también ha generado comentarios.

Jordi Bernal, vecino de la ciudad, bajo el título de «Sodoma» publica un artículo en el que dice que Barcelona «¡Ojalá fuera la ciudad del sexo! ¿Qué tendría de malo? Parece ser que a la derecha no le gusta demasiado y, como cantaba un joven Sabina, «llama libertinaje a la libertad». Pero no hablamos de eso, hablamos de prostitución, de esclavitud (…) No hay noticia en el reportaje y a nadie se le escapa la información». A lo que añade que «para los amantes de las metáforas quede el retrato (un cara culo) de un desgraciado con los gayumbos a media pata dándole gusto a su verano barcelonés (…) En cuanto al sexo, ya digo, no le encuentro por ningún lado el grito en el cielo. Aunque uno es incapaz sin amor».

El periodista Borja Ventura ha publicado un post titulado «EL PAÍS se va de putas (y se lleva 3’5 millones al año)«, en el que critica que el rotativo denuncie la prostitución en Barcelona y, a la vez, publique dos páginas en las que se publicita sexo de pago. «Este mismo martes El País lleva en su edición madrileña dos páginas y dos columnas de una tercera con anuncios de sexo, más del doble del espacio que ocupa su reportaje [sobre la prostitucion]. En total, en sus páginas interiores se pueden contar hoy 639 anuncios de contactos que ofrecen sexo a cambio de dinero, de los cuales 19 son módulos con recursos tipográficos y 24 de ellos cuentan con foto». «España es el único país europeo cuya prensa ??seria?? publica este tipo de contenidos», afirma.

El blogger y también diputado de CIU, Carles Campuzano, publica una breve nota en la que afirma estar impresionado por las fotografías publicadas. «La sordidez de las imágenes es impactante. La impunidad de los hombres total. Es legítimo que la gente se pregunte cómo las autoridades de Barcelona han permitido que la situación se haya degradado a lo largo de estos años hasta llegar a este punto. Se trata del problema de la prostitución y algo más. Tiene que ver con el respeto y la dignidad de las personas y del uso y el sentido que tienen los espacios que son de todos». En los comentarios, el estudiante de periodismo Dani Gámez añade que «si los fotógrafos de EL PAÍS ven esta realidad y la inmortalizan tan impunemente, quiere decir que la podemos tocar con los dedos. Hay que reflexionar».

El reportaje, incluso, se comenta desde México. El blog Composta se hace eco de las fotografías, que describe como «escalofriantes». «Ahí, en plena vía pública y en plena acción. Ahí, ??donde el tránsito de alimentos es continuo, por lo que las condiciones de salubridad tienen que ser óptimas?. Ahí, en una de las principales zonas turísticas de Barcelona: en la Boqueria, el mercado de comestibles de El Raval. (…) ¿Y de los clientes? De eso no dice nada el artículo».

Por último, el blog Bichamala describe la situación como la de «vecinos y comerciantes de la zona de la Boqueria, en Barcelona» que «están hartos y con toda razón por la situación que tienen que vivir día a día en sus calles. Piden que las autoridades pongan freno a la prostitución callejera ante el incremento de esta práctica, que llega a provocar escenas de sexo en plena calle. Más amor en las calles y una vida más dignidad para todos, tanto vecinos como para prostitutas y prostitutos.

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