Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Decía el cínico: para enamorar, Neruda; para vivir, la chequera. Obama ya ha triunfado en la seducción. En noviembre, le esperan las facturas. El editorial del New York Times decía esta mañana: «se acabó. Ahora, a empezar». La inteligencia política supone un viaje de los sueños a la realidad. A las cosas como son. Pero la grandeza política sólo se consigue cuando se va de la realidad a los sueños, a las cosas como deberían ser. Sin lo primero no se puede vivir y sin lo segundo no merece la pena. La clave es no confundir los soñadores con los locos. Bush, y su cortejo de ??neocons??, que desayunaban todas las mañanas con Dios, querían quedarse con el mundo. Obama dice querer transformarlo.

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La esperanza de los republicanos es que se caiga de su ingenuidad y se parta la crisma, arrollado por el pensamiento imperante en el mundo de hoy. El realismo descarnado, el pragmatismo de aplicación inmediata: el pájaro en mano, en mano bien cerrada; y no en cualquier mano, sino en la nuestra. Hoy ha vuelto a verse muy claro en la cumbre de la FAO. En los discursos, todo había sido solidaridad y buenos propósitos. En las conversaciones negociadoras, reaparecieron los egoísmos y los intereses, con su colmillo más retorcido. ¿Así que los nacionalismos son reaccionarios y hay que denunciarlos?. Pero ¿es que hay algo más que nacionalismo en el mundo?. En cada foro internacional se evidencia esa pelea a muerte, pelea de lobas que defienden su territorio. En la FAO, como en la Eurocopa, sólo nos importa que ganen los nuestros. Obama es el símbolo de lo que todos decimos querer. Pero no es seguro de que sea el símbolo de lo que de verdad queremos.?

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