El prestigioso diario británico ha publicado el nombre del autor de un blog que denunciaba irregularidades en la policía después de ganar un juicio donde este intentaba mantener su identidad en el anonimato. El caso, del que se ha hecho eco el periodista Pepe Cervera en su blog Perogrullo, ha generado un fuerte debate en Internet y en círculos periodísticos, ya que muchos consideran que si el blogger hubiese sido una fuente o un reportero de The Times, este diario hubiera precisamente ido a juicio por defender su anonimato.

Sin embargo al ser alguién que publicaba en abierto en la red han luchado en los tribunales por el derecho a revelar su identidad, aun sabiendo que podía ser represaliado y creando además una jurisprudencia que puede afectar a toda la blogosfera británica. La ´red ha reaccionado con indignación.

La noticia de The Times sobre el blogger

El blog en cuestión se llama NightJack y es obra de un agente de la policía de Lancashire llamado Richard Horton. En él se denunciaban irregularidades, hablando de casos reales, se aireaban errores, abusos… La bitácora había recibido el Premio Orwell por el interés social de su trabajo y atrajo la atención de un periodista de The Times que descubrió la identidad del autor de NightJack. Este intentó detener la publicación judicialmente, pero un juez falló que los bloggers no tienen derecho al anonimato, y el periódico llevó a cabo la publicación.

El resultado ha sido que el policía ha sido represaliado, además su blog estácerrado y existe una sentencia judicial que afirma que los bloggers que operan en el anonimato no tienen derecho a mantener su identidad en secreto.

Las críticas en la red están siendo feroces y han llegado incluso a España. Pepe Cervera considera que lo han hecho porque «han considerado que al no ser su fuente privada y propietaria, no era una fuente. Y porque, como blogger, no lo han considerado protegible, como a uno de sus periodistas. No se han parado a pensar en el daño a la persona, ni en el efecto disuasorio sobre futuros interesados en denunciar irregularidades.»

Y Enric González lamenta los motivos del periódico: «podía ser un fraude», se defiende The Times. Sí, pero no lo era. ¿Ha servido The Times al interés público? No, más bien lo contrario. Ha forzado el cierre de un blog útil e interesante y ha creado una jurisprudencia peligrosa: ningún blogger británico tiene ya derecho legal al anonimato. Todo eso, ¿para qué? Pues para vender unos ejemplares más: estas cosas las hacemos siempre por dinero.»

Por su parte Gregorio Verdugo de Jack Daniels Blog lo ve como «un ejercicio de amoralidad de un periódico de tanto prestigio, que pone de manifiesto la consideración que tiene tanto a bloggers como a Internet en general.»

Rafael Diaz Arias del blog Periodismo Global cree que «no es exigible al periódico respeto a la confidencialidad de las fuentes porque el bloguero no es una fuente que haya llegado a un acuerdo con un medio, sino un medio él mismo. The Times no está obligado a respetar a una fuente que no es tal. Pero su conducta es, sin duda, sectaria y aprovechada, pues revelando la identidad del bloguero pone en riesgo la supervivencia de una voz crítica y explota el morbo de revelar quién era ese topo en el cuerpo policial que tanto revuelo había causado»

Oscar Ansótegui en El reportero perplejo sostiene que la historia es un ejemplo de la batalla entre medios tradicionales y los de nuevos soportes: «NightJack se basaba única y exclusivamente en su capacidad de interesar y atraer la atención del lector. Pero la Justicia, la británica, negó el amparo a su autor para mantenerse en el anonimato, lo cual, en el caso de un policía, llevó irremediablemente a su cierre. El pez grande se come al chico. Una empresa se quita de en medio a un humilde competidor con el apoyo de la Justicia».

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