Son algo asi como los CSI de las nuevas tecnologías. Ellos no extraen las pruebas de pelos o fluidos, sino de discos duros, teléfonos móviles o tarjetas de memoria. Pero su trabajo permite resolver no sólo casos de crímenes digitales, sino también asesinatos o robos. En EEUU, existen ya 14 laboratorios forenses informáticos bajo la tutela del FBI. La revista Wired entró recientemente en el de San Diego y ha mostrado cómo trabajan estos expertos y cuales son sus armas.

Un aparato del laboratorio forense informatico del FBI

Sólo en 2007 se llevaron a cabo más de 13.000 exámenes forenses informáticos, 1.000 de ellos se realizaron en el Regional Computer Forensics Lab de San Diego. Les llegaron 171 casos de pornografía infantil y 160 de asesinatos.

Para hacerse una idea del tipo de evidencias que llegan a sacar está el caso del robo a un banco que lograron resolver porque al ladrón le sonó el teléfono en pleno atraco. Una cámara grabó la escena y permitió luego al laboratorio identificar el politono exclusivo del móvil y arrestar al responsable.

No se suele autorizar a personas que no pertenezcan al FBI la entrada en los laboratorios, pero los periodistas de Wired pudieron incluso fotografiar algunos de los aparatos que utilizan los forenses. Por ejemplo el dispositivo apodado «la tartera» que permite clonar un disco duro para realizar un examen del mismo no invasivo e indetectable o el laboratorio-unidad-móvil con el que cuentan para buscar evidencias in situ.

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