BLOG

Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Resulta que en una maniobra de dudosa legitimidad democrática, Hugo Chávez consiguió ayer «plenos poderes para gobernar por decreto durante los próximos 18 meses». Y resulta que al Euronarcisista (*) -especialmente al español- le parece un escándalo.

No es un ejercicio, como digo, democráticamente muy defendible y sin embargo, llama poderosamente la atención el escándalo que ha provocado en la conservadora Europa. Sería aceptable si no fuera porque no hace ni una semana que Europa perdió legitimidad para dar lecciones. La perdió el día en que Berlusconi fue denunciado por comprar a tres diputados que fueron recibidos como héroes, con gran ovación, -las libertades siempre se recortan con un gran aplauso- para garantizarse la posibilidad de seguir gobernando. ¿Cuantas protestas desde instancias políticas hemos escuchado?

Así que, en mi opinión, se pueden aceptar las críticas, claro, pero a sabiendas, de que :

1) No es necesariamente más confiable la oposición venezolana

2) No somos nadie para andar lanzando juicios paternalistas sobre terceros

Hace unas semanas, Milagros Pérez de Oliva, la defensora del lector en EL PAIS, publicó uno de los artículos más interesantes, transparentes y críticos para con el diario. Y es digno de elogio. Destacaba, alertada por un lector, el doble rasero con el que a veces tratamos la información que llega desde Venezuela:

«Un lector de Granada, Federico M. Maldonado Bolívar, me escribe para quejarse por el muy diferente trato que reciben dos noticias […] La primera se titulaba Venezuela confiscará el 5% de los beneficios de la banca […] La segunda […] se titula Merkel eleva la carga fiscal para cubrir el déficit de la Sanidad […] El lector de Granada pregunta por qué en un caso se habla de «tasa» y en el otro de «confiscación»

El Pais daba la razón al lector. Pues eso.

(*)  El término Euronarcisista ha sido acertadamente acuñado por Carlos Carnicero.

Print Friendly, PDF & Email