El diario estdounidense se ha hecho eco de la denuncia de Amnistía Internacional que habla de racismo generalizado en España por los controles selectivos contra inmigrantes. Ironicamente el Washinton Post ilustra su información con una imagen tomada por Eduardo León, el fotografo que ha documentado estos controles en numerosas ocasiones y que hoy ha sido detenido por la Policía en un desahucio.

Un control contra inmigrante
(Foto: Eduardo Leon)

El Washington Post explica que «Amnistía Internacional ha acusado a las autoridades españolas de tolerar la discriminación racial y étnica para que la policía pueda cumplir con las cuotas impuestas por los controles de identidad y detenciones, es decir, que los agentes se fijan en las personas que no son blancas.»

«En un nuevo informe, el grupo de derechos humanos dijo que algunas comisarias de policía en Madrid tienen cuotas semanales y mensuales para hacer controles de identidad y detenciones de inmigrantes que no lleven documentos de residencia o permiso de trabajo, alentando a los funcionarios a perseguir a personas que pertenecen a minorías étnicas, incluso si viven legalmente en España como residentes o tienen la ciudadanía» explican.

El diario cita: «la gente que no parece española puede ser detenida por la policía hasta cuatro veces al día», dijo Izza Leghtas, la investigadora de Amnistía, que investigó y escribió el informe sobre España. El grupo dijo que los inmigrantes africanos y latinoamericanos -tanto legales como ilegales- son los blancos más frecuentes de los agentes que les piden sus documentos de identidad en los barrios con gran población de inmigrantes, en el transporte público y en los parques.»

«Una portavoz del Ministerio del Interior rechazó el miércoles las acusaciones, en línea con la postura de negación que han emitido repetidamente altos funcionarios españoles en el pasado. Ella habló a condición del anonimato debido a la política del departamento.»

Y apuntan: «Amnistía dijo que la policía bajo la legislación española puede comprobar la identidad de las personas en lugares públicos cuando hay un problema de seguridad. La investigación del grupo, sin embargo, reveló que los controles de identidad deliberados a extranjeros en casos en los que no hay sin ningún tipo de problema de seguridad están muy extendidos. «No sólo es discriminatorio e ilegal, también alimenta los prejuicios ya que quienes son testigos de esas interpelaciones presumen que las víctimas están involucradas en actividades criminales», dijo Leghtas. «

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