Un movimiento histórico que se comparará con Mayo del 68 y que provocó un despertar político en los españoles que ha supuesto mayor debate y una mirada crítica de la que carecían. Así valoran Sandrine Morel, de Le Monde y Ben Sills de Bloomberg en radiocable.com lo que significó la movilización de los Indignados para España y las consecuencias que ha tenido cinco años después. Apuntan que la actual situación política es en buena parte achacable a la influencia del 15M y refleja la profundidad de la crisis de las instituciones en España. Y analizan también las similitudes con Nuit Debout.

Ben Sills asegura: «Yo creo que ya se puede ver que el movimiento 15M ha sido algo histórico, no sólo a nivel nacional, sino también internacional. Y quizás a lo largo del tiempo se compare con Mayo del 68 en París o con momentos parecidos, cuando la frustración de una generación explota. Ya hemos como ha inspirado el movimiento Occupy en EEUU y a Nuit Debout en Francia.»

En cuanto a cuales han sido los logros conseguidos o que puede conseguir, apunta: «Eso es más complicado». Enfatiza cómo ya se ha visto que «la transición de pasar de un movimiento popular de manifestación a ser una fuerza política coherente con impacto en un sistema democrático no es lo más sencillo». Y en este sentido resalta que Podemos, un partido que tiene claramente sus raíces en el 15M ha aprendido la lección de que las ideas de democracia «radical» de no tener líderes, ni jerarquías, ni portavoces porque todo el mundo puede opinar, «al final no funcionan si quieres hacer política».

Sandrine Morel por su parte destaca que el movimiento 15M ha provocado cosas importantes en España: «Recuerdo que había un eslogan que decía `estábamos dormidos y despertamos´ y creo que es muy  cierto. Yo he visto una gran diferencia en la preocupación por los temas políticos después del 15M en comparación con antes. Creo que había unas lagunas y muy poca cultura de debate político en España entre la gente corriente, que no estaba en ningún partido. Ahora se han generalizado estos debates, pero antes no había esa mirada crítica sobre cómo mejorar las cosas, el funcionamiento democrático o la corrupción, que no se estigmatizaba como se ha hecho después.»

La periodista francesa sostiene que este cambio cultural es la consecuencia más importante que deja el 15M: «Porque de esto, vienen luego otras cosas. Podemos, por ejemplo es un partido que nace de la ola de la indignación, pero no directamente de los Indignados, sino de lo que provoca: que de repente se abre una ventana para que un partido nuevo que recupera esa indignación social e intenta reflejar estas preocupaciones, pueda tener éxito electoral. Creo que el 15M no se ha acabado hasta que Podemos ha llegado a las instituciones. Ahora si se ve que se ha reducido la movilización social, pero durante al menos tres o cuatro años, no paró el movimiento. Mutó en asambleas de barrio y nutrió a grupos de movilización social como la PAH o las Mareas.»

Este punto de vista ya era compartido en 2013 por otra corresponsal gala, Cécile Thibaud, de L´Express y La Tribune de Geneve, que afirmaba: «la herencia del 15M no parece espectacular, pero ha cambiado la mentadilidad de la sociedad«.

Sobre las consecuencias para España del 15M, Ben Sills menciona la transformación del sistema político español y la llamada «segunda transición». Aunque advierte: «Es difícil decir cómo va a terminar esto. Pero yo no estoy de acuerdo con los análisis que dicen que esta legislatura ha sido un fracaso. Yo creo que estamos viendo un reflejo de la profundidad de la crisis política e institucional de España. No funciona el sistema de justicia, ni el mercado laboral y el partido del gobierno tiene una epidemia de corrupción sistémica que no sabe solucionar. Encontrar un nuevo consenso y mayoría parlamentaria para marcar el camino hacia delante es muy complicado. Igual no hay gobierno hasta julio o hasta octubre, pero eso no es un fracaso, porque encontrar el camino es muy complejo.»

Sandrine Morel también habla de las similitudes del movimiento español con el Nuit Debout francés: «La primera es el contexto en el que nacen. Ni los Indignados, ni Nuit Debout hubieran nacido sin un contexto de gran decepción hacia la izquierda convencional y los partidos socialistas. Ahora en Francia hay mucha desilusión entre la gente de izquierdas hacia el gobierno de Hollande y Valls, porque sienten que no les representan. Que era el mismo gran grito del 15M que nació tras los recortes de Zapatero. En esto la similitud es clara.»

La corresponsal de Le Monde añade: «Aunque hay una diferencia y es que en Francia ya había una costumbre de debate político y movilización social más arraigada de la que había antes en España. Y ya existe un partido que es hermano entre comillas de Podemos: Le Front de Gauche. Aunque es más tradicional y su líder no es nuevo. Imagino que igual que la caída del PSOE abrió una ventana para un nuevo partido en España, alguien intentará coger esa misma oportunidad en Francia. Pero no sé quien.»

Ben Sills es editor adjunto para política Europea en Bloomberg News España, donde trabaja desde 2005. Colaboró con anterioridad como freelance en medios como The Guardian, BBC o Reuters. Y antes trabajó en China, Liverpool y en Londres, con Euromoney. En sus crónicas desde España destacan la denuncia de los vínculos entre Rodrigo Rato y Lazard, la noticia que acusaba a Cataluña de «reescribir la historia», la comparación de Rivera con Trudeau o la constatación del cambio de guardia en la élite de empresarios y políticos en España. Y en 2013 fue el autor del artículo que acusaba a Hacienda y a Montoro de «exprimir» 150 millones a webs de apuestas con amenazas fiscales, que provocó un comunicado del Ministerio.

Sandrine Morel es corresponsal de Le Monde en España desde 2010. Anteriormente escribía para Le Nouvel Observateur y otros medios francófonos y fue redactora jefe de Le Courrier D´Espagne de 2007 a 2010.  Es la autora de algunos artículos que han dado mucho que hablar como un perfil sobre Belén Esteban o la advertencia de la «engañosa» eficacia en la frontera de Melilla junto con textos que resaltan la ausencia de un partido xenófobo en España, el papel de la economía sumergida para evitar una revolución, las acusaciones de manipulación en TVE o la denuncia de que no se afronta el dopaje.

(Foto: Flickr/Amayarodrigo)

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