En noviembre de 1990, la revista Life publicó una imagen de David Kirby agonizando y rodeado por su familia. El sufrimiento que transmite la foto y el aspecto de Kirby que recuerda un tanto a Jesucristo, contribuyeron a cambiar la percepción de la sociedad con respecto al Sida. La autora de la fotografía es Therese Frare, entonces estudiante de periodismo. 20 años después, Life vuelve a entrevistarla para hablar de cómo tomó la imagen, del impacto que tuvo, su utilización en una polémica campaña de Benetton y del resto de imágenes nunca vistas que también capturó en aquellos días.

La foto de Frare en Life

Hoy es una fotógrafa profesional, pero en 1990 Therese Frare estudiaba en la Universidad de Ohio y trabajaba como voluntaria en el Pater Noster House, un hospicio para enfermos de SIDA en Columbus. En marzo empezó hacer fotos alli para un trabajo universitario. Llegó a intimar con los empleados y con David Kirby, un activista del pequeño pueblo de Stafford (Ohio) que contrajo el Sida a finales de los años 80 en California. Se había separado de su familia, pero quiso volver a morir entre los suyos.

Y además quiso otra cosa: que su agonía fuera documentada para concienciar a la sociedad de lo devastador que resultaba la epidemia del Sida para familias y comunidades. Murió en abril con 32 años. Therese Frare cuenta en el reportaje que la madre de David, Kay, le pidió que fotografiara a la familia dándole el último adiós: «Entré en la habitación y me quedé en un rincón, callada, casi sin moverme y todo sucedió mientras miraba y fotografiaba. Después me di cuenta de que algo realmente increíble se había desplegado justo delante de mi».

En el reportaje de Life 2010 pueden verse varias imágenes más que tomó Therese Frare en el hospicio. Como por ejemplo las de Peta, un enfermero que cuidó a Kirby y que murió también de SIDA dos años después. Otras del propio Kirby antes de morir e incluso antes de enfermar, más imágenes del día de su agonía y de como la familia cuidó después a Peta

David Kirby solo le puso como condición a Therese Frare que las imagenes no fueran para beneficio personal, «y hasta el día de hoy nunca he cobrado nada por la foto», explica la autora. Su publicación en la revista Life tuvo impacto, incluso recibió el World Press Photo 1990, pero lo que realmente convirtió la imagen en un icono fue la decisión del polémico creativo publicitario de la marca Benetton, Oliviero Toscani, de usarla en una campaña.

La imagen en la campaña de Bennetton
(Foto: Flickr/perroocmando)

Les acusaron de explotar el sufrimiento ajeno por motivos comerciales, la Iglesia protestó por las comparaciones con Jesus -Benetton tituló la campaña «Pietá», en referencia a la obra de Miguel Angel- y muchos se escandalizaron por la dureza de la imagen. La familia sin embargo siempre estuvo de acuerdo con el uso publicitario de la foto: «Simplemente sentimos que era el momento de que la gente viera la verdad sobre el Sida», aseguró la madre de Kirby, «Y si Benetton podia ayudar, entonces bien. Ese anuncio fue la ultima oportunidad para la gente de ver a David, un recordatorio de que estuvo entre nosotros».

En estos 20 años se estima que la imagen ha sido vista por un billón de personas. Y sobre todo se considera el punto de inflexión en la percepción del SIDA en la sociedad de la época. De verse como una enfermedad «sucia» que solo afectaba a homosexuales y drogadictos a considerarla como una auténtica tragedia global.[visto aqui]

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